"No conoceré el miedo. El miedo mata la mente. El miedo es el pequeño mal que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allí por donde mi miedo haya pasado ya no quedará nada, sólo estaré yo."
Letanía contra el miedo de las Bene Gesserit.
"Arrakis enseña la actitud del cuchillo... cortar lo que es incompleto y decir: Ahora ya está completo porque acaba aquí."
De "Frases escogidas de Muad´Dib" por la Princesa Irulan.
"Los hombres, no encontrando respuestas a Las Sunnan (las diez mil preguntas religiosas del Shari-a) se sirven ahora de la propia razón. Todos los hombres desean ser iluminados. La religión es el camino más antiguo y honorable a través del cual los hombres se han esforzado en discernir un sentido al universo creado por Dios. Los científicos buscan las leyes que regulan los acontecimientos. La tarea de la religión es descubrir el lugar del hombre en estas leyes."
Inicio de la Biblia Católica Naranja.
Dune, la novela escrita en 1965 por Frank Herbert es una de mis novelas preferidas aunque, lamentablemente, se encuentra entre esos libros que uno presta con gran ilusión a una gran amistad con la que luego, por giros que te da la vida, se pierde por completo el contacto.
Tal vez este artículo se convierta en la excusa perfecta para buscar a mi antiguo amigo Julio por Facebook, retomar el contacto, saber que ha sido de su vida durante estos años... pues era una gran persona a la que admiraba... y de paso... ¡recuperar mi libro!
El caso es que Dune es uno de los mayores exponentes de la ciencia ficción de todos los tiempos y más que por la historia que narra se debe a la importancia que tiene todo lo que rodea a la propia historia que cuenta...
Se ambienta en un lejanísimo futuro de la humanidad, la cual ha llegado a conquistar por completo el espacio exterior. El sistema político en el que se basa ésta humanidad del futuro profundo es un Imperio conformado por familias o casas nobles al más puro estilo feudal medieval que viven en sus respectivos planetas-feudos.
La sustancia más importante del universo y el combustible que permite el viaje interestelar entre los planetas del Imperio es la "especia" o melange, sustancia y elemento que no se describe en la novela y que sólo puede obtenerse en el planeta Arrakis, también llamado Dune.
El protagonista es un noble, un adolescente al principio de la historia llamado Paul Atreides, hijo del Duque Leto Atreides, de la casa Atreides y de la concubina del Duque, Jessica, una antigua Bene Gesserit... Las Bene Gesserit son la hermandad femenina de sacerdotisas del mundo futuro que narra Dune, un sacerdocio vetado a los hombres, serían un estilo a nuestras monjas católicas actuales en un mundo sin curas ni sacerdotes masculinos pero muy muy muy diferentes...
El Duque Leto Atreides separa a Jessica de las Bene Gesserit al escogerla como concubina, pues ella aún no ha pronunciado sus votos y Leto tiene el poder de escoger a la concubina que quiera por su título nobiliario. Lo que en realidad el Duque Leto Atreides no sabe es que las Bene Gesserit han hecho que él escogiera a Jessica como concubina, pues el mayor proyecto de éstas sacerdotisas es la creación genética del "superhumano" o ser humano perfecto, de su propio mesías al que llaman Kuisatz Haderach (que significa "El Camino Más Corto") a través de la manipulación genética en la que debería intervenir la mezcla genética entre Jessica y el Duque de la Casa Atreides.
Pero lo que no entraba dentro de los planes de las Bene Gesserit es que Jessica y Leto se enamoraran. Las Bene Gesserit tienen un entrenamiento a través del cual adquieren absoluto control sobre todas las células de su cuerpo (prana-bindu) y ellas le habían ordenado a Jessica tener una hija con Leto pero éste deseaba tener un hijo y Jessica, por puro amor, desobedece sus órdenes para complacer al hombre al que ama, malogrando el proyecto genético de las Bene Gesserit en el que llevaban muchísimo tiempo trabajando no determinado en la novela (tal vez milenios o decenas de milenios)...
Según los planes de éstas sacerdotisas la unión entre la hija de Jessica con Leto y el heredero de la Casa Harkonnen daría fruto a su tan ansiado Kuisatz Haderach, con lo que se han quedado a una generación de conseguir que el mesías naciera...
Bene Gesserit |
La Reverenda Madre y la Dama Jessica |
El producto de la unión entre Jessica y Leto es, por el contrario y como ya dije, el protagonista de la historia, el joven Paul Atreides, a quien su madre, ex-Bene Gesserit, le enseña todos los secretos sobre el cuerpo humano propios del sacerdocio femenino y vetados a los hombres (el prana-bindu), es decir, puede controlar todas las células de su cuerpo y no sólo eso sino que puede usar La Voz, un poder que permite controlar y manipular a toda persona que no sepa usar éste poder modulando las cuerdas vocales al hablar.
Además Paul, gracias a su origen noble ha podido estudiar con los Mentat y usar la mente como uno de ellos. Los Mentat son "computadores humanos" y son imprescindibles para el desarrollo, la convivencia y la supervivencia del Imperio, todas las casas nobles tienen mentat a su servicio... La historia de los Mentat es muy original y curiosa y en ella es imprescindible hablar de la Yihad Butleriana. Muchísimo tiempo anterior a la historia que ocurre en Dune, cuando la humanidad se estaba expandiendo por el universo, las máquinas pensantes, semejantes a los humanos, se rebelaron contra sus creadores y a punto estuvieron de destruir a la humanidad por completo. La guerra que sucedió entonces contra las máquinas es lo que se conoce como la Yihad Butleriana y tras vencer en ésta guerra la humanidad ha prohibido la creación de toda aquella máquina capaz de pensar como un humano, así que la necesidad de ordenar la ingente información del Imperio ha forzado a la humanidad a crear éstos humanos-ordenadores que conforman una especie de hermandad al estilo de las Bene Gesserit pero sus poderes se basan en la mente y no en el cuerpo.
Misionera de las Bene Gesserit |
Vamos sumando, Paul Atreides posee los poderes de las Bene Gesserit, los poderes de los Mentat y además, como todo heredero noble, ha sido entrenado en las artes del combate tradicional, es decir con cuchillo y cinturón de fuerza, un cinturón que produce un campo de fuerza invisible que es capaz de repeler todo ataque o movimiento que se haga contra su usuario de forma rápida. Tal es el poder de éste campo de fuerza que es capaz de repeler los ataques con armas de fuego. Así que Paul ha aprendido también éste difícil rudimento de combate en el que hay que moverse rápido para repeler ataques y moverse lento para atacar.
El Emperador ordena a la Casa Atreides que se encarguen personalmente de la extracción de la preciada especia o melange que permite el viaje por el espacio y para ello el Duque Leto, su concubina Jessica, su hijo Paul y toda su corte deben trasladarse de su planeta originario (Caladan) al planeta Arrakis o Dune.
Esto aunque aparentemente podría parecer un honor, puesto que la extracción de la especia es lo más importante para el Imperio, en realidad resulta casi un insulto puesto que el traslado a Arrakis supone en la práctica un exilio forzoso. Dune es un planeta en el que ninguna casa noble querría vivir, está alejado de los planetas habitados y en él la vida resulta muy dura, es un desierto de arena que carece casi por completo de agua y en el que no hay nada importante salvo la especia.
A pesar del "casi insulto" de tener que trasladarse a Arrakis, la Casa Harkonnen, los enemigos acérrimos de los Atreides desde tiempos inmemoriales, no están satisfechos, en especial el cabecilla de la Casa, el Barón Vladimir Harkonnen, uno de los mejores antagonistas jamás creados. Los Harkonnen son los que se sienten insultados por el Emperador puesto que hasta ahora ellos habían sido los encargados de extraer la especia en Arrakis, aunque no pisaban apenas el planeta más que para supervisar las labores de extracción de la melange.
El Barón Vladimir Harkonnen |
Las buenas historias no son grandes si el antagonista no es grande y el Barón Harkonnen no sólo es grande como personaje... es grande en todos los sentidos... Es un gigantesco obeso de ópera espacial al que le cuesta mucho caminar sin ayuda y que necesita de unas disimuladas máquinas antigravedad que el Barón se coloca en la ropa y que levantan la mayor parte de su inmensa masa grasienta. En la creación de un buen antagonista no sólo es importante su descripción física o aspecto, lo es también la profundización psicológica del personaje que en el caso del Barón Harkonnen se trata de un inteligentísimo manipulador capaz de darle lecciones al mismísimo Maquiavelo.
El caso es que el Barón Harkonnen posee un astuto plan para eliminar por completo a los pocos y debilitados Atreides que quedan, haciendo de paso que su heredero obtenga el beneplácito del Emperador para extraer de nuevo la especia en su nombre. Tiene un traidor infiltrado entre los Atreides, el propio Doctor Suk de la familia, Wellington Yueh, a quien extorsiona por tener secuestrada a su mujer y bajo amenazas con torturarla Yueh se ve forzado a traicionar a aquellos a los que sirve permitiendo que las tropas Harkonnen entren en el palacio que los Atreides tienen en Arrakis para eliminarlos a todos, no sin antes asegurarse (como último acto de "lealtad" hacia los Atreides) de que Jessica y Paul escapen del asalto Harkonnen al desierto de Dune...
¿Han escapado Jessica y Paul de la sartén al fuego? El desierto de Arrakis supone un verdugo para todos aquellos que no sean Fremen, los nativos de éste planeta, e incluso para ellos supone un duro adversario con el que enfrentarse todos los días... Los Fremen son en realidad un trasunto de las culturas arábicas musulmanas acostumbradas a vivir en las zonas desérticas del planeta Tierra. Los Fremen viven continuamente unidos a sus destil-trajes, trajes diseñados para filtrar todo sudor, condensación al respirar, orina o cualquier otro deshecho o secreción humana y transformarla en agua potable que poder beber, ya que en Arrakis prácticamente no hay agua. Se alimentan casi únicamente de especia o melange que se encuentra en todo el planeta, en el aire que se respira, en la arena que se pisa... y por ello son adictos a ésta misteriosa sustancia sin la que no es posible el viaje interestelar... y por lo tanto sus ojos son completamente azules, azul más claro en lo que debería ser el blanco de los ojos y azul más oscuro en la pupila, rasgo característico de los adictos a la especia.
Fremen |
Fedaykin Fremen |
Aunque para lo que respecta a los Harkonnen y al resto del Imperio todos los Atreides han muerto, Jessica y Paul consiguen sobrevivir al desierto arrakiano siendo encontrados por un grupo de Fremen que, tras unos breves instantes de tensión en los que madre e hijo a punto están de ser eliminados, acaban siendo aceptados gracias al uso que hacen de sus habilidades Bene Gesserit y Mentat, habilidades desconocidas para la mayor parte de los nativos de Arrakis.
Lo que sigue es lo mejor de la novela pues hasta éste punto la narración es una mera (y buenísima) presentación de cómo es el mundo futuro que la mente de Frank Herbert creó, de cómo es Arrakis y de cómo se desarrolla el conflicto entre los Atreides y los Harkonnen. Procuraré no estropear lo que ocurre a continuación, sólo mencionaré que la adaptación de Paul a las costumbres Fremen y su posterior adicción a la especia lo cambian, lo transforman de una manera trascendental y mística y esto se debe a la mezcla entre los poderes que Paul posee y lo que la melange le produce a su mente. Y creo importante mencionar ahora cómo la especia funciona como "combustible" místico y mítico que permite la comunicación del Imperio humano por el espacio exterior. Y es que la especia no es un "combustible" como tal y como podríamos hoy en día usar ésta palabra, en realidad la especia es la "droga" a la que son adictos aquellos que "pilotan" las naves espaciales del Imperio.
Éstos "pilotos espaciales" reciben el nombre de Navegantes, son una hermandad sagrada con la que nadie que no pertenezca a la Cofradía Espacial puede contactar y por lo tanto nadie puede ver. En la novela por lo tanto no aparecen ni se describen pero sí se sabe que la especia permite a los Navegantes ver y sentir el pasado, el presente y los "múltiples futuros" y por lo tanto pueden "conectar" sus mentes al continuo espacio-tiempo y transformarlo para hacer el viaje interestelar. Yo me los imagino como unos yonquis retrofuturistas con cuerpos conectados a través de cables (estética cercana al cyberpunk) a las naves espaciales que hacen avanzar por el espacio exterior (y por lo tanto también por el tiempo).
Stilgar y Paul Muad´Dib |
Es fácil darse cuenta de que primero la historia de Dune es una reflexión y una crítica de cómo nuestro desarrollo occidental depende del petróleo extraído en los países de la O.P.E.P. (Organización de Países Exportadores de Petróleo), pero en Dune hay mucho más que sólo esa reflexión y crítica y, aunque sé que las comparaciones son odiosas, voy a ilustrarlo con una comparación... Voy a demostrar que Star Wars, la Guerra de las Galaxias de George Lucas, es una copia de Dune con algunos añadidos fáciles y obvios.
Si bien es cierto que el propio George Lucas admite que el planeta Tatooine de su Star Wars se inspira directamente en el mismísimo Dune, nunca admitirá que los jawas y los moradores de las arenas se inspiran directamente en los Fremen, ni que los jedi y sus poderes están directamente inspirados en las Bene Gesserit, en los Mentat y en los poderes que otorga la especia a personas especiales como Paul Atreides. Tampoco admitirá que los contrabandistas que aparecen en Star Wars, como Han Solo, son los mismos contrabandistas que extraen y venden especia de forma ilegal en Dune, ni que Jabba el Hutt está directamente inspirado en el Barón Harkonnen o que las tropas de asalto del Imperio en Star Wars están directamente inspiradas en los temibles Sardaukar del Emperador en Dune... ¿Y qué se puede decir de la estética retrofuturista que Star Wars plasma? ¿Acaso no es la misma estética retrofuturista retratada en Dune? ¿Qué se puede decir de la importancia que la familia y, por lo tanto, la genética tienen en Star Wars? ¿No es la misma importancia que la familia y la genética tienen en Dune? Bueno, vale, Star Wars incorpora diferencias con respecto a Dune y se pueden enumerar en:
1) Star Wars incorpora a la narración de Dune visos del western, lo cual era muy sencillo porque la historia de Star Wars emplea el medio audiovisual y no el escrito para su difusión y narración, y el desierto es uno de los escenarios por excelencia de las películas del western.
2) Star Wars incorpora a las máquinas pensantes, eliminadas en Dune, a las que llama androides.
3) Star Wars incorpora alienígenas que no aparecen en Dune y éste es un detalle muy importante que trataré con mayor profusión enseguida.
Sardaukar |
Sardaukar |
Ahora voy a hacer el mismo ejercicio a la inversa ¿Qué es lo que Dune como mundo y como historia tiene y que Star Wars no posee además de su reflexión y crítica sobre el petróleo?
En Dune hay una profunda reflexión sobre la importancia que tiene cada ecosistema (por la enrevesada y al mismo tiempo sencilla explicación de qué es la especia y de cómo se crea). Cada ecosistema, que son concebidos en Dune como planetas diferentes y cerrados, tiene importancia en la supervivencia y desarrollo de la humanidad. Las consecuencias de destruir solo uno de ellos sería nuestra propia destrucción como especie humana, porque, lejos de lo que solemos creer viviendo en nuestras ciudades llenas de hormigón, vivimos en la Naturaleza que es "el gran ecosistema". Por lo tanto Dune tiene también una importante reflexión ecológica que no existe en Star Wars.
Mientras que en Star Wars la religión no tiene mayor importancia más que para servir en el desarrollo como adulto de Luke Skywalker, para servir como símbolo de la Antigua República y para ver entretenidas luchas cinematográficas llenas de efectos especiales, en Dune la religión es un elemento fundamental cohesionador de la humanidad. La religión en Dune es lo que permite a la humanidad en su conjunto seguir unida y no sólo eso sino que también sirve como herramienta para que los humanos comprendamos nuestro pasado y para proyectarse en el futuro y servir así en el constante progreso de la humanidad.
Fremen atravesando el desierto |
Es fundamental hablar de que la humanidad en Dune adora a un único Dios, que es el resumen y la síntesis de todos los dioses de todas las religiones, un Dios que habla de progreso, de unidad, de ciencia, de razonamiento, de conocimiento y de tolerancia, y sólo hay un texto sagrado: la Biblia Católica Naranja. Cuando la humanidad se estaba expandiendo por el universo la Comisión de Traductores Ecuménicos (C.T.E.) se reunió en la Vieja Tierra, cuna de las religiones madres, y durante siete largos años estuvieron reunidos hasta que, por el progreso común, crearon la Biblia Católica Naranja, en la que se encuentran fusionadas todas las religiones, todas las creencias.
Al principio la gente se rebeló, crearon sus propias versiones de éste texto pero adaptado a sus antiguas religiones, hubo disturbios, asesinatos, suicidios... el presidente de la C.T.E. tuvo que exiliarse pero al final la religión de la Biblia Católica Naranja es la única que lógicamente persistió en todo el universo, que la humanidad ha conquistado por completo en el mundo que Dune narra.
Y éste es un detalle que diferencia completamente la profundidad de la historia que narra Dune y la superficial historia que narra Star Wars (la eterna y típica lucha entre el bien y el mal y cómo el bien puede convertirse en mal y viceversa): ¡en Dune los humanos somos la únicas criaturas inteligentes del universo! ¡no hay alienígenas! No hay ninguna otra pregunta y por lo tanto no hay ninguna otra respuesta que la que un humano pueda hacerse en todo el universo. Dicho de otra manera en Dune estamos solos en el universo y eso, lejos de producir decepción, desasosiego, inquietud, vacío, confusión... produce en Dune seguridad, confianza, satisfacción, optimismo... Porque esto significaría que somos algo muy muy cercano a lo que nuestras mentes conciben como dioses, dioses que son creación de nuestra mente y por lo tanto podemos deformarlos, transformarlos, reducirlos y engrandecerlos tanto como queramos, siempre y cuando comprendamos que nosotros los hemos creado a ellos y no a la inversa. Porque Frank Herbert comprendió, como haría cualquier buen antropólogo, que la religión comienza donde comienzan nuestros límites y sirve para explicar todo aquello que nuestros límites no alcanzan a asimilar, a comprender...
Alia del Cuchillo |
Pero Frank Herbert no se quedó ahí, con Dune fue más allá ¿y si debido a las exigencias que conllevaría nuestra expansión por el universo nos viéramos forzados a superar esos límites? ¿Cómo se transforma o destruye una religión, una cultura, cuando descubrimos que hemos superado nuestros límites humanos, que ya no somos simples humanos, que somos mucho más que eso, algo muy similar a lo que concebimos como dioses?
Dune es, por lo tanto, una bonita utopía del futuro humano, una utopía que no consigo desarraigar de mi mente, que está profundamente incrustada en mi interior. Porque para que ésta utopía se hiciera verdad todos los humanos deberíamos comprender que todo lo que nos une es muchísimo más importante que todo lo que nos separa.
Deberíamos comprender que no importa nuestra nacionalidad, nuestro color de piel, nuestra etnia, nuestra religión, nuestras tradiciones, nuestro sexo o preferencias sexuales... todos, absolutamente todos los humanos sufrimos y amamos, lloramos, sangramos, comemos, dormimos, bebemos agua para hidratarnos y la usamos también para asearnos...
Deberíamos comprender que las fronteras naturales son las montañas, los desiertos, los ríos, los lagos o los mares pero que las fronteras políticas sólo están en nuestras mentes, que son simples banderas que sólo nos sirven como un anclaje a un pasado en el que nuestros antepasados vivían pegados a un trozo de tierra, un pasado que deberíamos superar para conseguir un progreso común... Deberíamos comprender que somos habitantes de un único país que se llama planeta Tierra...
Una calle de Arraken |
Y aquel que crea que lo que pasa en el llamado "tercer mundo" no nos afecta se equivoca, porque, como se puede ver en nuestras fronteras políticas todos los días, no hay valla ni alambrado ni muralla que pueda aislarnos del hambre, del miedo, de la inseguridad ni de cualquier otra necesidad que otro ser humano tenga.
Deberíamos comprender que sólo hay una raza, una religión, una etnia, un sexo, un país: el ser humano. Y si no luchamos juntos por un futuro juntos, sin miedo, con tolerancia... no habrá futuro, nos extinguiremos, como lo harán todos aquellos terroristas que tergiversando el Corán creen que pueden crear un mundo fascista-religioso en el que sólo existan ellos y los que se conviertan en ellos.
Toda aquella religión, toda aquella etnia o cultura, por muy importante y grande o mayoritaria que sea y que crea que sobrevivirá por los siglos de los siglos debe estudiar historia y comprender que los dioses egipcios y su cultura se extinguieron (duraron más o menos unos 4.000 años), que los dioses romanos y su cultura se extinguieron (duraron más o menos unos 1.000 años), que los dioses mayas y aztecas y sus culturas se extinguieron (¿?)... Y así seguirá sucediendo hasta que comprendamos que lo que debemos hacer es unirnos, dejar de buscar respuestas fuera de nosotros y superar nuestros límites, superar a todos los dioses que nosotros mismos hemos creado para conquistar el universo.
Fremen cabalgando un gusano de arena |
Pero Frank Herbert cometió un error en su obra: continuó la historia con otras novelas que narran lo que ocurre tras el final de Dune. Intenté leer esas continuaciones pero no pude, creo que no pasé más allá del tercer capítulo de la segunda parte. El tono trascendental y la "magia" de la historia de Dune no se mantienen en sus continuaciones. Es normal, la magnificencia y el gran arte con el que está hecha su primera parte es muy difícil de mantener. Por lo que a mí respecta Dune empieza y acaba en la primera novela, las demás comparadas con la primera son decepcionantes.
"Cualquier camino, si se sigue hasta el fin, no conduce exactamente a ningún lugar. Escalad tan sólo un poco la montaña para comprobar si es una montaña. Desde la cima de la montaña, no podréis ver la montaña."
Proverbio Bene Gesserit.
"La grandeza es una experiencia transitoria. Nunca es consistente. Depende en gran parte de la imaginación humana creadora de mitos. La persona que experimenta la grandeza debe percibir el mito que lo circunda. Debe reflexionar que es proyectado sobre él. Y debe mostrarse fuertemente inclinado a la ironía. Esto le impedirá creer en su propia pretensión. La ironía le permitirá actuar independientemente de ella misma. Sin esta cualidad, incluso una grandeza ocasional puede destruir a un hombre."
De "Frases escogidas de Muad´Dib" por la Princesa Irulan.
Paul Muad´Dib |
La "magia" de ésta obra fue la que creó el mundo de Star Wars que George Lucas ideó, como ya he comentado, pero encandiló a otros, como a Alejandro Jodorowsky, quien intentó hacer una película sobre la novela durante los años 70... la complejidad del proyecto impidió a Jodorowsky llevarlo a cabo tras cinco años de intentos.
David Lynch, en 1984, rodó una malísima película sobre la novela de la que el propio Lynch acabó renegando. Si alguien ha leído la historia y tiene interés puede verla pero si no habéis leído el libro ruego por favor que no veáis ésta película, es una de las peores adaptaciones cinematográficas de una novela de toda la historia (por no decir la peor), no le hace ninguna justicia ni a Dune ni a Frank Herbert.
En el año 2000 varias pequeñas compañías productoras cinematográficas se asociaron para producir una miniserie televisiva que consta de tres partes dirigida por John Harrison. Aunque introduce cambios en la narración y muchos detalles y muchas escenas que no aparecen en la novela, a día de hoy es la única filmación que le hace justicia a Dune. Las imágenes de los personajes importantes que he añadido a éste artículo pertenecen todas a ésta miniserie.
Cartel de la miniserie |
En la miniserie la falta de dinero para crear los efectos especiales y lo evidente de los platós fue compensado con acertadas iluminaciones y juegos de luces que sirven para subrayar momentos importantes de la narración... Por lo demás la miniserie no necesita sostenerse nada más que por lo buena que es la historia que narra y los efectos especiales son decentes para haber sido hechos en 2000.
Cualquier fanático de Dune se dará cuenta de que el Emperador y su hija Irulan Corrino aparecen en muchas escenas, cosa que no ocurre en la novela. En la novela ni el Emperador ni su hija aparecen hasta el último capítulo, pero éstos añadidos y otros cambios son soportables y asumibles en la narración audiovisual.
Aunque la experiencia de ver ésta miniserie no puede compararse ni por asomo con la experiencia de leer el libro, aquí dejo los tres capítulos de la serie. Es muy buena historia, que la disfrutéis.
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