domingo, 14 de febrero de 2021

EL CAMBIO DE LA EDAD ANTIGUA A LA EDAD MEDIA EXPLICADO


Cartel de Ágora


 "Cada día sabemos más y entendemos menos"

Albert Einstein


Mucha gente se sorprende de la involución que la Humanidad pareció experimentar en cuanto a economía, ciencia, arte y filosofía de la Antigüedad a la Edad Media. Una película en concreto, como lo es "Ágora" de Alejandro Amenábar, parece lamentarse de este hecho. Pero es un lamento vacío, descontextualizado, que solo refleja determinados aspectos de un complejo puzle y que, de forma completamente reduccionista, parece reflejar un odio y un rencor que hasta cierto punto son comprensibles, pero que nacen de la ignorancia de TODO aquello que supuso la "Revolución" del Cristianismo y la Caída del Imperio romano.

Para entender por qué la Humanidad involucionó (ojo, que vaya a hacer un poquito de "abogado del diablo" defendiendo al Cristianismo no significa que no esté de acuerdo con la mayor parte de las reflexiones que se pueden extraer de la película) hay que trasladarse a la Edad Antigua y fijarse en las muchas virtudes que tuvo éste período histórico para la Humanidad, como lo hace "Ágora"... pero también hay que fijarse en sus muchos defectos, cosa que hecho en falta en la película para entender mucho mejor el por qué de un cambio tan radical en lo social, lo político y lo económico.

Durante la Edad Antigua había una base económica fuerte y próspera que hacía crecer a los países, a los territorios y a los Estados como no pudo volver a verse hasta la Edad Moderna con el colonialismo: el esclavismo.


Fotograma de Ágora

Solemos recordar a la Antigüedad como la primera época de la Historia del Ser Humano, aquella en la que se forjaron las reglas y las bases de la cultura occidental, y que siguen constituyendo las normas de muchos de nuestros convencionalismos culturales contemporáneos, tales como el Derecho Romano (que sigue hoy en día vigente para cualquier jurisprudencia que sea necesario ejecutar por "defecto" ante la falta de cualquier otra "ley" contemporánea); el precio del dinero en base al valor del oro; la simple ocurrencia del asfaltado en las calles para evitar la suciedad del polvo y la tierra, o la errónea y estúpida idea católica del núcleo familiar patriarcal como un entorno dominado por un hombre (el "pater familias") y una mujer (la matrona) que tienen hijos biológicos juntos (no, definitivamente que un hombre y una mujer se casen y tengan hijos juntos no es suficiente para crear lo que hoy en día ya se considera una familia: un entorno creado por un conjunto de personas que se quieren y se protegen las unas a las otras, sin importar su sexo o su nivel de parentesco). Pero olvidamos que esa cultura, esa riqueza, esa grandiosidad de la Edad Antigua, fue construida por y gracias al trabajo de una cantidad ingente de esclavos que, siendo el escalafón social más bajo, eran los más numerosos de entre todas las castas antiguas.


Fotograma de Ágora

Dicho de otro modo, Pitágoras no hubiera podido dedicarse a desarrollar sus matemáticas a tiempo completo si no tuviera un séquito de esclavos que le alimentaran y cuidasen de él. ¿Aristóteles? le habría resultado imposible escribir sus obras científicas y filosóficas sin el séquito de sus esclavos que trabajaran por él y lo alimentaran. ¿Platón? más de lo mismo. Esto, este modelo económico del esclavismo quiero decir, se extendió más tarde a Roma y constituyó la base que erigió su Imperio y sus mayores logros arquitectónicos, políticos... e incluso militares... Era un modelo social del todo injusto y desigual según nuestros contemporáneos cánones sociales, pero hay que comprender que, en la Antigüedad, éste modelo de sociedad no era injusto, no era desigual, ésta división social tan acusada era lo que conseguía crear una CIVILIZACIÓN digna de tal calificativo en aquel entonces... Solo los nobles, solo los adinerados y aquellos que se habían forjado un nombre en base a sus riquezas materiales, eran los merecedores de pasar a la historia, ya sea por sus hazañas militares, políticas, científicas, artísticas, filosóficas y/o literarias... El resto de la población no importaba, eran sirvientes, segundones, esclavos, nacidos para trabajar y servir a sus amos... durante toda su corta existencia.

Por lo tanto, podemos darnos fácilmente cuenta de que el esclavismo fue tanto la mayor virtud como el peor de los defectos de las sociedades y las economías Antiguas. La VIDA, entendida como tal, solo era importante si eras "alguien", si poseías un apellido relevante, noble... si provenías de una familia adinerada... la vida de los demás era completa y totalmente ninguneada, ignorada, pisoteada... la vida de todos los demás carecía de un valor que no se pudiera simplemente comprar o vender, en el sentido más literal de la palabra.

Fue precisamente éste el caldo de cultivo ideal para la extensión del Cristianismo como religión y filosofía dominantes, que acabaría por desplazar a todas las demás corrientes de pensamiento y de dominar a todas las civilizaciones de la Antigüedad. Era el Cristianismo una corriente de pensamiento que promulgaba que "todos somos iguales ante Dios" y que "nuestra alma" era igual de válida ante el Ente Supremo que la de un noble. No era cualquier corriente de pensamiento, era la excusa perfecta para que la mente de los esclavos se pusiera a fantasear con "igualarse" a sus amos, aunque fuera tras la muerte, aunque fuera en "otro mundo". Si a esto le sumamos que muy pronto el Cristianismo promulgó que "cuanto más sufriéramos" en "ésta vida" más disfrutaríamos y seríamos amados por Dios en "la siguiente", no estamos hablando de una simple corriente de pensamiento, estamos hablando de millones de bombas (todos y cada uno de los esclavos que, cada vez en más número, se convertían día a día y mes a mes, en cristianos) con un reloj temporizador puesto en cuenta atrás.


Fotograma de Ágora

Por lo tanto, fue la ira de los cristianos esclavos y siervos, de cualquier índole, procedencia y naturaleza, hartos de que su estatus los convirtiera en meros objetos de mercancía, la que se desató para destruir las riquezas de la Antigüedad, como, por otra parte, era lo más lógico que terminara por suceder, tarde o temprano. Éste fue solo uno de los motivos de la destrucción del Imperio romano, y con él de la Edad Antigua, hubo varios factores más, que, como los puzles complejos, deben ser analizados para entender la imagen que conforman en su conjunto.

A la par que esto estaba pasando sucedió también que la economía del esclavismo colapsó. El Estado del Imperio romano, que se había extendido por casi toda Europa, por Oriente próximo y el norte de África, no pudo, no tuvo la capacidad, para extender su territorio más allá a base de la pura conquista, que era lo que hasta entonces (hasta el siglo III-IV después de Cristo) había alimentado al Imperio y la sociedad Antigua de esclavos. Por una parte el Estado era incapaz de generar más esclavos en base a las conquistas militares pero es que, al mismo tiempo, los esclavos que conformaban la base social y económica de Roma cada vez eran menos numerosos debido a que iban consiguiendo la suficiente independencia económica para pagar su propio precio a sus amos convirtiéndose en Libertos (esclavos que habían conseguido su libertad pagando el precio en el que estaban valorados). Que uno fuera esclavo en el Imperio romano no impedía que uno fuera ahorrando dinero, ya fuera donado por sus amos, o en base a trabajos remunerados que realizaban para, o a la par, que el que realizaban para sus amos.

De esta manera la economía del Imperio romano se quedaba sin su base, sin su mano de obra gratuita, lo cual generó que el Estado fuera siendo cada vez más pobre.

Por si fueran pocos estos dos problemas combinados tenemos un tercer problema: la expansión de los germanos en lo que se conviene en llamar las "Primeras Invasiones Germánicas".


Mapa de las invasiones bárbaras

Los pueblos y tribus que habitaban el centro-este de Europa se vieron empujados por las campañas militares de rapiña y conquista de los hunos, en el extremo este del continente, por eso, aquellos que recibieron el nombre de "germanos" por los romanos (visigodos, ostrogodos, francos, vándalos, suevos y alanos, entre otros), se vieron obligados a invadir por la fuerza el territorio dominado hasta entonces por Roma y su Imperio, lo cual no hizo más que debilitar económica, política y militarmente a dicho Imperio.

Alguien podría preguntarse ¿cómo es posible que el mejor ejército de la Antigüedad perdiera batallas y tuviera que ceder terreno ante el empuje militar de unas simples culturas bárbaras ("extranjeras") que no llegaban a ser una "civilización" como lo era Roma? Para entender este aspecto hay que comprender que lo que había hecho grandioso al ejército romano fue su capacidad para mejorar estratégicamente al máximo la formación en falange de los antiguos hoplitas griegos. Esto es, mejoraron la infantería basada en una defensa férrea gracias a multitud de soldados cubiertos por grandes escudos (formación en "testudo"). La disciplina y la coordinación de ésta defensa fue lo que convirtió a los legionarios romanos en una fuerza militar imparable para las pobres culturas de Europa, del norte de África y de Oriente próximo, cuya fuerza militar no estaba ni remotamente igual de disciplinada ni remotamente igual de bien equipada como lo estaban los soldados romanos... Hasta que tuvieron que enfrentarse a las Primeras Invasiones Germánicas.


Caballero franco

Los germanos (y vuelvo a referirme en concreto a los visigodos, a los ostrogodos, a los francos, a los suevos y a los alanos, fundamentalmente) habían aprendido a combatir como lo hacían los hunos (pueblo procedente de la estepa y geniales criadores de caballos), los cuales acabaron por convertirse, junto a los primeros, en una fuerza militar temible para la Europa de aquel entonces: esto es, en base a la caballería ligera.

Puede que Roma tuviese la mejor infantería de la Historia, pero esto fue completamente irrelevante para la época, puesto que los germanos habían adaptado las estrategias militares de la mejor caballería ligera de la Historia (la de los hunos, con permiso, quizá, de la de los mongoles). Esto quiere decir que, mientras la disciplina militar romana se basaba en grupos de soldados que avanzaban a pie totalmente cubiertos los unos entre los otros por sus escudos (formación en "testudo"), los germanos y los hunos luchaban a caballo, tirando lanzas, jabalinas y disparando con arco. Esto significaba que el ejército romano no podía debilitar al ejército enemigo nunca, puesto que la defensa férrea y extremadamente lenta de una gran infantería no podía competir con el ataque rápido, versátil, maniobrable, fugaz y contundente de una caballería a la que una infantería (por muy buena que fuera) jamás lograría alcanzar ni detener, ni por asomo.


Legionarios romanos

Roma luchó por mantener su integridad como Estado, claro que sí, tanto en lo político como lo militar, estableciendo alianzas con algunos de estos pueblos a los que denominaron peyorativamente como "bárbaros" (para los romanos de entonces significaba "extranjero" dicho con muy mala baba), como ocurrió en el caso de los visigodos, con los ostrogodos e incluso con los vándalos. Pero esto solo sirvió para seguir debilitando al Imperio, sobre todo en occidente, puesto que para el reinado del emperador Diocleciano (284-305 de nuestra Era), Roma se vio obligada a dividirse en el "Imperio romano de Occidente" y en el "Imperio romano de Oriente".

El Imperio romano de Oriente, más rico y no tan castigado como el de Occidente (el rey visigodo Alarico llegó a saquear la mismísima ciudad de Roma en 410 porque no se le había pagado el tributo que él había exigido), consiguió "capear el temporal" y esquivar el problema de los saqueos de germanos y hunos pagándoles tributos, pero, tras muchas décadas de continuos saqueos el Imperio romano de Occidente terminó por disgregarse definitivamente en el año 476 de nuestra Era, cuando el rey ostrogodo Odoacro ejecutó al último emperador (de una larga lista de emperadores autoproclamados tras asesinar a su predecesor) Rómulo Augústulo, y envió las insignias imperiales a la capital del Imperio romano de Oriente en Constantinopla, desde donde le dieron el visto bueno a Odoacro para que fuera el "rey de Italia", lo cual es tomado como la fecha del fin de la Edad Antigua y el comienzo de la Edad Media.

Recapitulemos cuales fueron las causas del fin del Imperio romano y de la Edad Antigua:

- Los esclavos cada vez eran menos numerosos debido a la incapacidad del Imperio de seguir expandiéndose militarmente y a su emancipación económica, lo cual hizo colapsar la economía de la Antigüedad.

- Los esclavos fueron exigiendo derechos morales sobre sí mismos, más allá de su condición de mano de obra gratuita y "objetos de mercancía", a través del cristianismo y sus ideas "igualatorias".

- La expansión de pueblos extranjeros dentro del territorio del Imperio romano, como lo fueron los germanos y los hunos, acabó por disgregar militar, política y económicamente al último Estado de la Antigüedad en dos, siendo el final de uno de estos dos territorios la fecha tomada como inicio de la Edad Media.


Escultura de la Tetrarquía de Diocleciano

Desde mi punto de vista es normal que se tome como inicio de la Edad Media ése 476 después Cristo, ya que la cultura Antigua había dejado de existir como tal. Tras el Edicto de Milán, sucedido en el año 313 después de Cristo, el número de cristianos aumentó mucho más rápidamente que antes y para el 476, aunque aún existían algunos paganos, éstos eran una insignificante minoría. Como dije al principio el Cristianismo se había convertido no sólo en la religión dominante de Europa, sino también en la filosofía hegemónica.

La pobreza de los, cada vez más reducidos, Estados (debido al cambio económico que ya hemos comentado ampliamente), hizo que las ciudades donde antes vivían cientos de miles de personas dejaran de ser un foco de riqueza y que las actividades primarias, tales como la agricultura y la ganadería, cobrasen una importancia fundamental para los mismos. Es por eso que las actividades económicas, y con ellas el mayor foco de actividad humana, se dispersaran hacia los entornos rurales. Las ciudades, a su vez, comenzaron a depender cada vez más de las actividades agrarias que se llevaban a cabo fuera de sus murallas.

Esta pobreza generalizada, combinada con años de saqueos por parte de los pueblos germanos y los hunos, añadido a su vez al cambio de mentalidad religiosa, hizo cambiar por completo la estética del arte. Los artistas dejaron de ser nobles alimentados por esclavos y dedicados por completo a su arte y se convirtieron en "buscavidas", por regla general eran personas nómadas que se instalaban en un lugar sólo el tiempo suficiente para hacer su trabajo. Esto generó un arte mucho más abstracto y menos naturalista que el de la Antigüedad. Los escultores y los pintores no sólo habían perdido "calidad" en cuanto a su "manera de hacer", la mentalidad y el arte del momento exigían otra sensibilidad estética, ya que el mundo natural, el mundo "terrenal" en el que vivimos, dejó de tener importancia e interés. Era la abstracción de los conceptos divinos cristianos, tales como el alma o el Cielo del que se habla en el Nuevo Testamento, los que acapararon todo el interés y la importancia de aquellos pocos "mecenas" que tenían dinero para pagar el arte del momento (la Iglesia).


Carga de los hunos

Al mismo tiempo que la cultura se cristianizaba también se "germanizaba" y la arquitectura como corriente artística vivió uno de los momentos más oscuros de su historia, ya que para la cultura germana nómada las obras artísticas que tenían interés eran las muebles, es decir, aquellos objetos fácilmente portables y que uno puede llevar allí donde vaya. Es por esto que la arquitectura continuó sirviéndose de antiguos logros romanos tales como la planta basilical, para crear espacios de reunión en las iglesias, o los arcos de medio punto para crear vanos, entradas y puntos de descarga del peso de muros y techos. Por esto también comenzó a cobrar gran relevancia e interés las obras de orfebrería, objetos muebles que los germanos estaban acostumbrados a realizar y a portar como símbolo de lujo, ya fueran coronas, brazaletes, anillos, remates de estandartes, fíbulas o pendientes.

Es en éste punto donde me gustaría recordar que esto último ya lo comenté en otra entrada de mi blog a la que titulé "Los Orígenes del Señor de los Anillos: revisión de mitos germánicos", donde hablé sobre la importancia de los objetos mágicos muebles de la Edad Media, tales como anillos, espadas, capas, botas...

La gente no suele dejarme comentarios así que no me queda nada más de lo que hablar para poder comprender el cambio tan abrupto sufrido de una Edad a otra, que yo sepa. Si se os ocurre algo que me haya quedado en el tintero será un placer leerlo en vuestros comentarios.