"Estaba furioso con el mundo, con su familia, con su vida. Pero principalmente solo estaba furioso."
Ésta es una de mis cartas preferidas de uno de mis juegos favoritos, "Magic: the Gathering", en castellano "Magic: el Encuentro". Basado en cartas coleccionables donde uno se supone que es un/a mago/a y que se reúne (ése Encuentro del título) con otros "magos" para poner en práctica sus hechizos que, básicamente, son las cartas de tu mazo de juego.
La carta en sí no vale demasiado, quiero decir que ésta carta no es valiosa para el juego y tampoco cuesta mucho dinero en un juego donde hay cartas que pueden valer miles de dólares (el juego es estadounidense y en los torneos los premios se pagan en ésa moneda). Pero es el arte de la carta en sí lo que la convierte en fascinante a mis ojos. Ése "Trasgo Furioso" no podía ser de otro color que no fuera Rojo (el juego se basa en diferentes colores asociados a diferentes caracteres o poderes). El Rojo en Magic, como no podía ser de otra manera, es el color de la furia, del fuego, de la pasión, de la prisa y del daño rápido y directo. Ése color cálido impregna la carta como debe ver el mundo el propio "Trasgo Furioso", como un velo de ira roja, pero también me parece fundamental la frase que da sentido al sobrenombre del Trasgo: "Estaba furioso con el mundo, con su familia, con su vida. Pero principalmente solo estaba furioso".
Es el arte, y no su valor de juego o el monetario, el que convierte a ésta carta en valiosa a mis ojos, algo completamente subjetivo, como lo es el humor. Ésa frase que da sentido a la carta puede parecer graciosa a priori pero para el "Trasgo" no debe tener gracia ninguna. Precisamente esto, lo de estar furioso, es lo que le ocurre al "Joker" de Joaquin Phoenix. Al final de la película él mismo cita esto que acabo de señalar, "el humor es subjetivo" y, para una persona como él, completa y repetitivamente golpeada, vapuleada, apaleada y destrozada por la vida, TODO, absolutamente todo, por muy sórdido, cruel, asqueroso y violento que sea, es gracioso. Nada, pero nada de nada, tiene gracia ni sentido en su vida, y es precisamente ésta absoluta falta de humor y de sentido lo que convierte al mundo en general, y a su vida en particular, en una gran y pesadísima broma.
Aprovecho para hacer una advertencia en éste momento: ¡ATENCIÓN! ¡ALERTA DE SPOILER! ¡TODO AQUEL QUE ESTÉ LEYENDO ÉSTA CRÍTICA VA A SER SPOILEADO ACERCA DE LA PELÍCULA DEL MOMENTO! ¡DEJAD DE LEER AHORA MISMO Y VED "JOKER"! No es arrepentiréis, os lo aseguro, es puro arte del mejor, en serio. Y se debe en primera instancia al buen hacer de su director, Todd Phillips, pero sobretodo, se debe a la mejor interpretación actoral del año, la del genial y fascinante Joaquin Phoenix.
En todas las mitologías y cosmogonías del mundo, creadas por las civilizaciones humanas, el origen se sitúa en un Caos primordial y de éste Caos surge el Orden. A partir de entonces todo gira entorno a la lucha entre el Caos primordial y su hijo primogénito: el Orden.
La historia de éste "Joker" de Joaquin Phoenix, hablando ya del personaje dentro de la saga de cómics de Batman, es la historia del Caos... con un pequeño "cameo" del Orden. Así es el escenario en donde intenta vivir un pobre, un don nadie, un pusilánime enfermo mental llamado Arthur Fleck, en el más absoluto y puro de los Caos, o lo que es lo mismo decir: la ciudad de Gotham, sucia, empobrecida, sórdida, oscura... el Caos más puro.
Ante el repetitivo maltrato que recibe de la sociedad y del mundo, Arthur, sometido a toda ésta carga (cuidar de su madre anciana, ser un enfermo mental con una risa incontrolada, ser un marginado pobre y fracasado...) y presión (sufrir el desprecio de los demás, enterarse de que su auténtico padre es un acaudalado y poderoso hombre de negocios que los ignora, así como descubrir que sufrió abusos sexuales en la infancia...), responde con violencia, asesinando a los demás, al principio en defensa propia, luego llevado por la ira y, finalmente, sin ningún motivo... Toda ésta violencia consigue transformarle, sin quererlo, en el cabecilla de un movimiento criminal de masas llamado "Joker".
Arthur trata de sobrevivir siendo un payaso a sueldo pero tiene el sueño de convertirse en un humorista de prestigio. Una noche hace su estreno como monologuista de humor. Alguien graba su excéntrica actuación y el presentador Murray Franklin (interpretado por Robert De Niro), del programa nocturno de entrevistas más visto de la ciudad, muestra fragmentos de la grabación burlándose de él. Murray, no obstante, parece ver algo que nadie más ve en Arthur, y le invita a su programa. Para entonces Arthur ya ha matado a su madre y a aquel que consiguió que lo despidieran de su trabajo como payaso. No tiene nada que perder y es el momento en el que decide que va a suicidarse, saliendo por la televisión, en directo. Ni que decir tiene que durante la entrevista Arthur se enfurece con Murray Franklin por haberse burlado de él y lo asesina, en lugar de suicidarse como había planeado.
Murray había presentado a Arthur simplemente como "Joker", nadie (o casi nadie) sabe su auténtico nombre ni identidad. Éste momento, en el que "Joker" sale por fin ante las cámaras y, por lo tanto, hace su primera aparición pública, es uno de mis preferidos en la película. Arthur Fleck, sumido en su locura, se contorsiona en ése momento, como un gusano que sale de su crisálida convirtiéndose por fin en una mariposa, convirtiéndose en otra persona, en un psicópata criminal que encabezará a otros deshechos de la sociedad para boicotear el sistema de la peor manera posible: delinquiendo.
Hay que ver la película para terminar de comprender su transformación, es la manera en la que se convierte en el "Joker" lo valioso de la película, ver como alguien, un don nadie con problemas mentales, absolutamente acorralado y herido, puede convertirse en la peor de las bestias enfurecidas y asesinas. Es la huida hacia ningún sitio que podemos ver en el plano final de la película, en el que Arthur corre alejándose a cámara lenta hacia el fondo de la pantalla, en una imagen de fuga que rueda un pasillo de aséptico y médico blanco, cuyo suelo es manchado de sangre por las pisadas del propio Arthur. El pasillo acaba en otro perpendicular, no tiene salida, pero eso ya no importa puesto que "Joker", Arthur Fleck, ya ha encontrado un "camino" por así decirlo, unas "baldosas", emulando a las famosas "baldosas amarillas" de "El Mago de Oz", baldosas que él mismo se ha "fabricado" con la sangre de los demás. Es su camino para regresar al lugar al que pertenece, del que nunca ha salido, la propia ciudad de Gotham... su manera para hacer frente a la vida sin sentido, sin referencias, sin salidas, sin esperanza, sin futuro que le ofrece su entorno, a él y a todos los que, como él, han sido marginados, aplastados, ninguneados y maltratados...
Creo que ha habido cierta polémica con la película, porque alguien la ha visto como una apología de la violencia en un lugar como EEUU, donde muere una persona por arma de fuego cada pocos segundos. No creo que sea una apología de la violencia ¿o acaso hay que recordar que el Joker es el villano de las historias de Batman y no el héroe? Más bien, y estirando más de lo recomendable el, a mi modo de ver, nulo mensaje de la película, podría tratarse de una crítica hacia el trato que las clases más humildes de EEUU reciben de su propio país y de su cultura y su política de capitalismo salvaje, individualista, clasista, hermético, opresivo al mismo tiempo que opresor...
Más bien prefiero ver la película como la dura y dramática historia de alguien (estirado en el potro de tortura de Gotham city) al límite que toma decisiones desesperadas en momentos desesperados y cómo éstas decisiones le llevan irrevocablemente a la locura asesina y sangrienta, una historia individual de catarsis por medio de la violencia, pero, repito, individual e intransferible... Recordemos que estamos asistiendo al nacimiento de un villano psicópata, obviamente la violencia debía ser algo inherente a la génesis del personaje del cómic que, salvo por alguna que otra pincelada (recomiendo leer para esto "La Broma Asesina"), jamás trató de darle un pasado coherente ni claro.
Precisamente hay quien también ha criticado negativamente a la película porque no se trata éste del Joker más puro, el personaje de cómic deformado físicamente, sin pasado y sin motivos más que los de un loco maligno... Y es que tampoco se trataba de dar sentido al personaje del cómic, se trataba de hacer lo más realista y veraz posible a éste personaje. No puedes darle verosimilitud a una persona de ficción, ni entenderle ni empatizar con él, si cuentas que se trata de alguien deformado con perpetua sonrisa que no puede borrar, con la piel pálida como la leche y el pelo verde... No, se trataba de "humanizar" al personaje del cómic y acercarlo al mundo real, no de hacer un fiel retrato del personaje que plasman las viñetas y, creo humildemente, que éste objetivo está cumplido de forma mucho más que notable.
Es una lástima que vayamos a tener que ver la pantomima de la ceremonia de los Óscar, con su tediosa e innecesaria alfombra roja, para ver cómo le dan el premio a mejor actor a Joaquín Phoenix, (sintiéndolo mucho por Leonardo Di Caprio en "Érase una vez en Hollywood...", cuyo papel en dicha película ha sido muy muy brillante), pero es que éste personaje, "Joker" se merecía que el propio Joaquín Phoenix lo recibiera en directo, por todas las teles del mundo, cuya programación hubiera sido hackeada, y que el propio Arthur Fleck vestido con su peculiar uniforme de payaso, subiera a un escenario a recibir el premio que le DEBEN otorgar de manos de un sudoroso y angustiado presentador apuntado con una pistola... En fin, el mundo tiene sus reglas y su Orden y "Joker", aunque sea sólo por ésta vez, tendrá que respetarlos para recibir su(s) premio(s)...
Más bien prefiero ver la película como la dura y dramática historia de alguien (estirado en el potro de tortura de Gotham city) al límite que toma decisiones desesperadas en momentos desesperados y cómo éstas decisiones le llevan irrevocablemente a la locura asesina y sangrienta, una historia individual de catarsis por medio de la violencia, pero, repito, individual e intransferible... Recordemos que estamos asistiendo al nacimiento de un villano psicópata, obviamente la violencia debía ser algo inherente a la génesis del personaje del cómic que, salvo por alguna que otra pincelada (recomiendo leer para esto "La Broma Asesina"), jamás trató de darle un pasado coherente ni claro.
Precisamente hay quien también ha criticado negativamente a la película porque no se trata éste del Joker más puro, el personaje de cómic deformado físicamente, sin pasado y sin motivos más que los de un loco maligno... Y es que tampoco se trataba de dar sentido al personaje del cómic, se trataba de hacer lo más realista y veraz posible a éste personaje. No puedes darle verosimilitud a una persona de ficción, ni entenderle ni empatizar con él, si cuentas que se trata de alguien deformado con perpetua sonrisa que no puede borrar, con la piel pálida como la leche y el pelo verde... No, se trataba de "humanizar" al personaje del cómic y acercarlo al mundo real, no de hacer un fiel retrato del personaje que plasman las viñetas y, creo humildemente, que éste objetivo está cumplido de forma mucho más que notable.
Es una lástima que vayamos a tener que ver la pantomima de la ceremonia de los Óscar, con su tediosa e innecesaria alfombra roja, para ver cómo le dan el premio a mejor actor a Joaquín Phoenix, (sintiéndolo mucho por Leonardo Di Caprio en "Érase una vez en Hollywood...", cuyo papel en dicha película ha sido muy muy brillante), pero es que éste personaje, "Joker" se merecía que el propio Joaquín Phoenix lo recibiera en directo, por todas las teles del mundo, cuya programación hubiera sido hackeada, y que el propio Arthur Fleck vestido con su peculiar uniforme de payaso, subiera a un escenario a recibir el premio que le DEBEN otorgar de manos de un sudoroso y angustiado presentador apuntado con una pistola... En fin, el mundo tiene sus reglas y su Orden y "Joker", aunque sea sólo por ésta vez, tendrá que respetarlos para recibir su(s) premio(s)...