martes, 12 de junio de 2018

UN APRENDIZ DE JEDI






You walk with boundless grace           Caminas con una gracia sin límites
think old thoughts of yesterday                pensando viejas ideas de ayer      
All being lost in fire                       Todo se ha perdido en el fuego
You wandered and lost the way                  Vagaste y perdiste el camino     
Someone´s always left behind                    Siempre queda alguien atrás     
when the door of life closes             cuando la puerta de la vida se cierra

And you were slipping away                            Y tu estabas huyendo            
   What do I say to you?                                      ¿Qué debo decirte?         
     What do I say to you?                                     ¿Qué debo decirte?            
And if I want you to stay?                         ¿Y si yo quiero que te quedes?
What do I say to you?                                      ¿Qué debo decirte?       
   What do I say to you?                                      ¿Qué debo decirte?         

This moment I take for you                           Este momento que tomo por ti
        Think of all we didn´t do                            Piensa en todo lo que no hicimos
  all seeking answer for this                               buscando respuesta de esto 
hope to come out alive                                      esperando salir vivo 
                    Standing still my hands are tied                 Aún estando quieto mis manos están atadas 
                      our eyes open up to the sky                       nuestros ojos están abiertos hacia el cielo
     
And you were slipping away                            Y tu estabas huyendo            
   What do I say to you?                                      ¿Qué debo decirte?       
     What do I say to you?                                     ¿Qué debo decirte?            
And if I want you to stay?                         ¿Y si yo quiero que te quedes?
What do I say to you?                                      ¿Qué debo decirte?     
   What do I say to you?                                      ¿Qué debo decirte?   

"Ember City", Mastodon.


Byss
Byss, retiro oculto del Emperador Palpatine
 
EL PLANETA MUERTO

No había sido en absoluto fácil encontrar Byss, en cuanto hizo las primeras investigaciones en la red y la holonet un ejército de espías imperiales se abalanzaron sobre él como un enjambre de moscas sobre la mierda fresca. Tanto era así que aquel era el nombre que Darth Ghul daba a éstos espías: "moscas" o "moscas imperiales". Eran igual de molestos y morían con la misma facilidad. Los disparos de bláster eran absorbidos con facilidad por el Corazón de Graush y con él Ghul podía devolverles aquella energía mortífera multiplicada diez veces. Cuando morían el mismo Corazón de Graush se alimentaba de las almas que había matado, de ésta y de todas las maneras posibles. De hecho aquello se había convertido en una necesidad... Cuando pasaba mucho tiempo sin matar a alguien Ghul se sentía débil, espeso, somnoliento, cansado... Matar se había convertido en su nueva manera de alimentarse. Se sorprendió cuando por fin se dio cuenta de que hacía más de una semana que no había comido o bebido nada en absoluto y que estrangulando a un pobre hombre que acababa de torturar se sentía completamente satisfecho y no sólo a un nivel físico... De hecho comenzaba a ver la vida como una fuente de poder que aprovechar en su favor ya que, cuando mataba a alguien y absorbía posteriormente su alma, adquiría todos los conocimientos de aquellas personas, por lo que poco después estimó el acto de torturar como una auténtica pérdida de tiempo.

Así había llegado a Byss; el conocimiento "robado" a un espía le llevó a otro... en algún momento de la matanza tuvo que pasar de espías a contrabandistas y el último de los contrabandistas al que mató había llevado un cargamento a éste planeta secreto hacía menos de cinco días. Según las confesiones que había obtenido en Coruscant a Darth Akdar lo habían trasladado a aquí. Era muy raro que Akdar se hubiera desentendido de él de aquella manera. Había sido muy claro la última vez que se vieron, le había dicho que debía mostrarle al Emperador los logros conseguidos por ambos y que volvería a Korriban en cuanto pudiera, pero su maestro nunca regresó de su misteriosa entrevista con Sheev Palpatine. Los altos burócratas imperiales a los que había seguido, torturado y asesinado solo sabían el último y nuevo destino de Darth Akdar: Byss, pero no sabían ni dónde estaba el planeta y mucho menos cómo llegar a él, por lo que Ghul había tenido que dar un gran uso a sus nuevos poderes, dejando tras de sí la auténtica montaña de cadáveres ya mencionada...

Como era de esperar varias flotas del Imperio orbitaban alrededor de Byss para controlar y proteger el tránsito de naves espaciales, pero no les iba a resultar sencillo dar con él, o al menos eso pensaba en un primer momento. Tan pronto como salió del hiperespacio cerró los ojos y entró en trance profundo para volver a conectar su mente con el lado oscuro de la Fuerza. De repente sintió un gran peso que tiraba de él... Era... ¡Era el planeta! Byss al completo irradiaba un poder tan grande del lado oscuro que se sintió como un escalador atado a un peso muerto que tiraba de él hacia el vacío... ¡Había perdido el control del movimiento de la Esfera de Meditación! Su nave-sarcófago se impulsó lentamente hacia Byss mientras Ghul sudaba intentando controlar el movimiento de su vehículo.

Las naves de las flotas imperiales se apartaron para dejarle llegar al planeta. Ghul estaba atónito, la Esfera de Meditación entró en la atmósfera de Byss como guiada por un control remoto desconocido. Era de noche y la superficie del planeta se iluminaba con las luces de algún que otro complejo industrial aislado. Poco a poco descendió hasta llegar a la entrada de un edificio construido en plastiacero y cristal. La Esfera de Meditación se abrió y Ghul escuchó una voz en su cabeza.

- "Ahora, Darth Ghul, entra en el edificio y descubrirás dónde está aquel al que has llamado maestro ¿No es eso lo que querías?"

- ¿Quién eres? ¿Por qué has hecho esto? - dijo Ghul.

- "¿Acaso crees que tu y tu maestro sois los únicos Sith de la Galaxia? Yo obligué a Darth Akdar a servirme, estúpido, él sigue vivo porque yo lo he decidido y ahora está haciendo exactamente lo que a mi me conviene, por eso sigue vivo... bueno, vivir es una manera relativa de describir su actual estado... Jajajajajaja!!! Entra en el edificio y descubrirás lo que digo".

Darth Ghul encendió el filo carmesí de uno de sus sables de luz acompañado de su característico sonido zumbante y avanzó lentamente hacia el interior de la construcción. Al fondo vio un leve movimiento y apresuró el paso sin dejar de vigilar sus flancos, por si algún enemigo oculto osaba atacarle. Llegó sin oposición al lugar donde Darth Akdar se encontraba concentrado en su trabajo, inmerso en la más absoluta oscuridad. Estaba inclinado mientras ajustaba algunos circuitos en el interior de una Esfera de Meditación, idéntica a la que Darth Ghul pilotaba.

- Maestro, te he encontrado ¿qué es lo que estás haciendo? ¿qué haces aquí y por qué no he recibido ningún mensaje tuyo?

Darth Akdar siguió trabajando en la nueva Esfera de Meditación como si no hubiera escuchado absolutamente nada, completamente ausente. Ghul volvió a llamarle una vez más y cuando por tercera vez gritó su nombre se atrevió a agarrarle por un brazo y a darle la vuelta para descubrir con horror que Akdar ahora carecía de ojos, se los habían arrancado.

- "No puede oírte, Ghul, tampoco puede ver ni hablar, es mi absoluto esclavo por fin y por completo. Me limito a usar sus conocimientos, es lo único que necesito de él... y cuando haya terminado su trabajo para mí seguirá sirviéndome alimentando al planeta con su energía del lado oscuro... Me desobedeció, te creó a ti sin consultármelo, todo por su absurda admiración por Darth Bane, así que ahora está pagando las consecuencias. Como puedes ver, Ghul, hay destinos peores que la muerte, jajajajajajajajaja!!!"

- Ya veo. - dijo lacónicamente el que había sido discípulo de Akdar. - Pero yo estoy aquí y no soy tu esclavo... aún no...

Darth Ghul encendió su segundo sable de luz y después de haberle cortado la cabeza a su antiguo maestro con uno de ellos, golpeó a la nueva Esfera de Meditación con el otro. Se detuvo unos momentos para descargar su ira tanto en el cuerpo del, ya difunto, Darth Akdar, como para terminar de destrozar por completo el trabajo que éste estaba llevando a cabo. Cuando se sintió satisfecho se dispuso a salir del edificio en el que se encontraba, pero en aquella absoluta oscuridad no estaba seguro de cual era la ubicación exacta de la salida. Comenzó a escuchar de nuevo la sonora carcajada del Emperador en su cabeza.

- "Jajajajajajajaja!!! ¿A dónde vas, Darth Ghul? Pobrecillo ¿Dónde estará la salida? Jajajajajajaja!!!"

- Puedes reírte todo lo que quieras, maldito, sobreviví cuando mataste a los Jedi y sobreviviré ahora que poseo poderes superiores a los suyos y a los tuyos. - Ghul cerró los ojos y se concentró para encontrar la Esfera de Meditación con la mente, a la que estaba unido por el lado oscuro de la Fuerza. Dio con ella y avanzó en la oscuridad hasta que salió del edificio. Aún con los ojos cerrados entró en su nave-sarcófago y despegó para salir del planeta.

- "Te equivocas, Darth Ghul." - Pensó el Emperador Sheev Palpatine, esta vez solo para sí mismo. - "No maté a todos los Jedi pero tu vas a ayudarme en ése asunto. Te equivocas al creer que aún no eres mi esclavo, lo eres pero tu no lo sabes."


El "Puño del Gigante"
"Puño del Gigante"


El "Ala Mortal"
"Ala Mortal"


EL ALA MORTAL

Jace Jukassa empujaba la cama-repulsora donde su amigo Voso Teruna descansaba de la tremenda herida sufrida en el transcurso del combate con Bakiv Turlam. Llegaron al hangar y se aproximaron a la nave que había llegado el día anterior, un carguero ligero corelliano YT-2400 que Jace conocía a la perfección y que recibía el nombre de "Ala Mortal".

- ¿Así que tu fuiste el piloto de ésa nave? - Fue la pregunta que Voso le enunció a su amigo.
- Si, yo la piloté durante años e incluso invertí mucho dinero para mejorarla.
- Me gusta la idea que tuviste de ponerle dentro una enfermería, instalarle un tanque de bacta y comprar un droide médico para que se hiciera cargo de todo. Con todo eso voy a estar mucho mejor cuidado que aquí.
- Por aquel entonces no era muy hábil con el sable de luz y recibía muchas heridas, de hecho alguna vez estuve a punto de morir. Comprar a "Sylo" y hacer todas esas reformas no fue una ocurrencia sin más, en aquellos tiempos resultaba una auténtica necesidad para mí, el piloto de ésta nave, el piloto del "Ala Mortal". - Explicó Jace.

Llegaron a las proximidades del carguero ligero donde sus tripulantes les esperaban. Allí estaba la técnico y mecánica Pria Jessex quien, en ausencia de Jace, se había encargado de las labores de pilotaje de la nave junto al droide astromecánico R9-B13. También estaban el canalla, timador, drogadicto y jugador Barrett Askellan que ahora ejercía de copiloto e ingenienio junto a su droide de protocolo Z4, así como los artilleros Dhagg Nimerian y una tal Liliam Garcom a quien Jace Jukassa no tenía el placer de conocer, pero de quien decían que era una extraordinaria Jedi, ex-alumna de Retell, e hija de un Caballero Jedi ya fallecido.

Por lo poco que le habían contado, Pria había conseguido construir su propio sable de luz con el cristal de Adegan que llevaba guardado desde los primeros días en los que Jace la había conocido. Cosa que fue posible gracias a la ayuda del Maestro Retell, a quien conocieron a través de Liliam. También le habían dicho que Pria había conseguido "despertar" algunos poderes de la Fuerza en su interior y obtener cierto entrenamiento de Jedi por parte del anciano devlikk.

Ella se acercó a la cama-repulsora y le estrechó la mano a Teruna.

- Encantada de conocerte, Voso, yo soy Pria Jessex, la actual piloto de ésta nave... aunque creo que eso va a cambiar al unirse Jace a nosotros. Me han dicho que tu también eres un gran piloto y un buen artillero, será un placer hacerte un sitio en nuestra tripulación.
- No tengas tanta prisa, Pria, con la herida que tiene el lugar de Voso será la enfermería... al menos de momento ¿Está listo el tanque de bacta? - Expuso Jukassa.
- Si, Jace, tu androide médico ya está allí esperándoos.
- ¿Qué tal, Jace? ¿Por fin te has convertido en Jedi? - Fue la pregunta que le hizo el pistolero Dhagg Nimerian.
- Aun estoy aprendiendo, Dhagg... Me alegra mucho volver a verte.
- No es tan fácil acabar conmigo, chaval, y lo sabes.
Barrett Askellan se acercó seguido por su droide de protocolo.
- ¡Pero si es mi piloto preferido! ¿sabes que seguimos guardando tu moto deslizadora? Tal vez pueda inscribirte en alguna carrera durante ésta misión, ya sabes... simplemente para ganar algo de dinero...
- ¿Qué tal, Barrett? ¿Has encontrado por fin a tu hermano Timmy? ¿Y cómo está el Conde Orlaf?
- Pobre Timmy, jamás lo encontraré, Jace... Y el Conde Orlaf sigue por ahí haciendo sus negocios lucrativos... Bien, bien, contigo podré por fin olvidarme de los asientos de la cabina del Ala Mortal, los asientos del salón-comedor son más cómodos y mucho más adecuados para el Almirante en jefe de ésta nave.
- ¡Claro! - Bromeó Jace Jukassa.
- Barrett vive continuamente en su propia broma. - Le susurró Pria a Voso Teruna. - Lo mejor es seguirle siempre el juego, si no le caes bien lo menos malo que puede hacer es dejarte sin un crédito.
- ¡Oh! - Exclamó Teruna.
Se acercó una mujer alta y joven de cabello castaño rizoso.
- Dejadme que os presente... - Dijo Pria Jessex. - Voso Teruna, Jace Jukassa, os presento a Liliam Garcom, nuestra segunda artillera.
- Y por lo que me han dicho también una excelente Jedi. - Expuso Jace.
- Si, bueno... - Se ruborizó la joven. - Tus amigos encontraron al Maestro Retell gracias a mi y ahora os ayudaré a encontrar el cristal de tu espada... He oído hablar mucho de ti, Jace, tenía muchas ganas de conocerte.
- Encantado.

Cuando Jukassa dejó en la enfermería a su amigo, a los cuidados de su androide médico, se sentó en la cabina de piloto y puso al Ala Mortal a punto para el despegue.

- ¡Qué recuerdos!
- Te hemos echado de menos, Jace. - Le dijo Pria. - Ahora yo me sentaré en el asiento de copiloto.

Despegaron y salieron de la atmósfera del planeta pero nada más introducir los códigos del primer salto al hiperespacio otra nave se les aproximó a gran velocidad con la segura intención de enfilar su popa. Era el enorme carguero HT-2200 conocido como "Puño del Gigante" y capitaneado por la infame cazarrecompensas Veyl Korryn, cuya voz se oyó de pronto por los altavoces del "Ala Mortal".

- ¿Pensabas que me iba a olvidar de ti, miserable cucaracha?
- ¿A quién te refieres exactamente, Veyl? - Preguntó un Jace Jukassa por radio, aunque sabía la respuesta de sobra.
- ¡A ti, maldito Jace Jukassa! ¡Bakiv era mi compañero! ¡Mi mejor y único amante! ¿Crees que me voy a olvidar de que tú, rata asquerosa, eres su asesino? ¡Te voy a desintegrar! ¡A ti y a los estúpidos de tus amigos! ¡Te tienes por un buenísimo piloto pero voy a humillarte donde más te duele! ¡En la cabina de una nave! - Dicho ésto Veyl Korryn cerró las comunicaciones y su nave comenzó a dispararles.
- Tengo la impresión de que no le caigo muy bien... Activa todos los escudos hacia la popa, Pria. ¡Maniobra evasiva!

Pria Jessex y Jace Jukassa se agarraron fuertemente a sus asientos de la cabina pero la gravedad simulada de la nave sacudió al resto de los tripulantes... Dhagg Nimerian y Liliam Garcom se cayeron varias veces mientras corrían hacia sus puestos de combate en las torretas de artillería dorsal y ventral... Barret Askellan luchaba por ponerse el cinturón de seguridad en el sofá del salón de la nave, ayudado por su androide de protocolo, y decidió que el combate se le haría más agradable si masticaba un poco de brillestine... R9-B13 se encontraba conectado a la computadora de la nave bien sujeto mediante unos arneses que Pria le había comprado pensando en éstas ocasiones... Voso Teruna no se enteró de nada, flotaba inconsciente en el interior del, relativamente seguro, tanque de bacta...

Cuando por fin todos consiguieron asegurarse o llegar a sus puestos se hizo patente la diferencia entre las naves. Mientras que el "Ala Mortal" era más rápida y maniobrable que su rival, el "Puño del Gigante" se mostró como mucho más resistente y con mayor capacidad de fuego que aquella a la que perseguía.

- ¡Tenemos que salir de aquí! ¡Hay que saltar cuanto antes al hiperespacio! - Advirtió Pria Jessex.
- ¡Lo sé, lo sé! ¡Solo intento mantener la nave entera mientras nos alejamos lo suficiente para saltar!

Cuando los fogonazos del Puño del Gigante solo fueron una amenaza constante, pero poco efectiva contra los escudos deflectores del Ala Mortal, ésta nave desapareció al sumergirse por fin en la dimensión paralela del hiperespacio, donde el tiempo y el espacio se plegaban para unir los diferentes mundos que conformaban la Galaxia.

Veyl Korryn golpeó con un puño el brazo de su asiento en la cabina de piloto del Puño del Gigante.

- Te encontraré, Jace, no te vas a librar de mí tan fácilmente, te voy a dar caza como la alimaña que eres y antes o después me cobraré mi venganza matándote.


Pria Jessex
Pria Jessex

Barrett Askellan
Barrett Askellan

Liliam Garcom
Liliam Garcom

Dhagg Nimerian
Dhagg Nimerian



Veyl Korryn
Veyl Korryn