viernes, 28 de abril de 2017

DRAUGOR, SEÑOR DE LOS HUARGOS



Notas previas:

Ésta es la continuación de la historia de un personaje que hice para una campaña del juego de rol "El Señor de los Anillos", que mi hermano hace años iba a ambientar en la Primera Edad de la Tierra Media que J. R. R. Tolkien narró en su libro "El Silmarillion" (en base a textos recopilados por su hijo, quien fue también responsable de su edición).

Tras un desengaño amoroso borré la historia del personaje que narraba los primeros siglos de vida de un Elfo Noldo que había nacido en Valinor con el nombre de Taralmië, que siguió a Fëanor a la Tierra Media y que fue prisionero de los siervos de Morgoth en su fortaleza de Angband. 

Estoy intentando reescribir la historia original pero me está costando más de lo que había creído. Tras ver impresionantes vídeos de la segunda parte del videojuego "Shadow of Mordor", llamada "Shadow of War", se me ha ocurrido ésta continuación de aquella historia y de su protagonista, el Elfo Noldo que, tras escapar de su cautiverio en Angband gracias al poder de un anillo mágico, abandona su antiguo nombre y adopta el de Draugor (en sindarin significa "temor de lobo").


Portada de "El Silmarillion"



La Tierra Media en la Primera Edad


Las Tierras de Maedhros y los Noldor durante la Primera Edad



II


Draugor espoleó a su lobo huargo para acercarse a Morlarak, el líder del clan de la Luna Pálida. Cuando llegó a su lado saltó del lobo y saludó al Orco, una criatura de baja estatura, de piel oscura, pelo largo, ralo y quebradizo de color blanco, larga nariz picuda, ojos pálidos y enormes orejas caídas. Tenía en la mejilla izquierda un tatuaje que representaba una tosca media luna de color gris y llevaba un atuendo muy similar al del Elfo, armadura de cuero negra y pieles del mismo color, pero mientras él portaba espada y arco élficos, el Orco tenía una aparatosa y gran cimitarra que descansaba en la vaina de su cinto y un arco negro sobresalía de su espalda.

- ¡Has regresado! Nuestro campeón élfico, Draugur. - Dijo Morlarak con una voz chillona y llamando al Elfo por el nombre con el que los Orcos lo conocían, Draugur, que en Orco significa "Fantasma". 

- Así es, Morlarak - dijo el Elfo albino - ¿ha ocurrido algo importante en el clan durante mi ausencia?

- No... O tal vez si... No lo sé... Los lobos de nuestros aliados, el clan de la Cabeza Deshuesada, han matado a varios de los nuestros... Parece ser que se han acabado las arañas en el bosque y tienen hambre... ¿Qué hacemos Draugur? ¿Los escarmentamos?

- No. Yo si tengo noticias muy muy importantes, Morlarak... Debemos levantar los campamentos y viajar hacia el oeste lejano... Todo el clan... Todos los clanes... Desde el Hierro en la Sombra al clan de la Rata Verde, todos debéis moveros hacia el oeste, hacia Tol Sirion, allí haremos la guerra a Sauron y tomaremos la fortaleza de Minas Tirith.

- ¿Qué? - Preguntó un sorprendido Morlarak mientras miraba perplejo a Draugor con sus ojos completamente blancos - ¿Y nuestros aliados del sur? La Cabeza Deshuesada vendrá y nos quitará nuestras tierras de caza si no nos mantenemos en los campamentos ¿Qué ocurrirá con las cuevas del clan del Hierro en la Sombra? ¿Te han ordenado los Elfos conquistar esa fortaleza? ¿O son ellos los que quieren tomar nuestras tierras?

- No exactamente... Sí y no... Ellos me lo han pedido y yo he aceptado, con una importante condición... Yo seré el nuevo Señor y comandante de Tol Sirion. El Señor de los Elfos del sur,  del que ya te he hablado muchas veces, Maedhros, quiere recuperar esa fortaleza y yo lo haré en su nombre, con vuestra ayuda, a cambio de su dominio y señorío.

- ¿Y nuestros lobos? ¿Dónde cazarán? Necesitamos mucho territorio, tenemos muchos lobos, Draugur...

- Sauron cría en aquellas tierras licántropos... - Draugor se detuvo para mirar un instante al Orco que tenía tanta pinta de saber lo que era un licántropo como de saber lo que era una ciudad construida por los Elfos. - ...Quiero decir... Cría bestias medio Elfos medio lobos... y si él cría a esos monstruos allí tiene que haber comida para los lobos, o la conseguiremos como sea. Ya sabes que yo cumplo lo que prometo, Morlarak, sabes que si tengo que saquear a los Elfos para dar de comer a lo lobos lo haré, que si tengo que matar a los míos no me temblará la mano.

- La mano... Si... La mano... - Dijo el Orco mirando al suelo mientras un escalofrío recorría su espalda. - Habrá guerreros de nuestro clan que sabes que se opondrán a ti, Draugur ¿tendrás piedad? ¿no nos mostrarás tu magia, verdad? ¿no nos harás sufrir? Somos tu clan, Draugur, tu familia... ¿Tendrás piedad?

Draugor miró al Orco con aire sombrío y el ceño fruncido.

- Yo no tengo familia, no digas que vosotros sois mi clan ¡Vosotros sois de mi propiedad, Orco y obedecerás, como obedeceréis todos si sabéis lo que os conviene! - Dijo el Elfo con aire iracundo mientras levantaba la mano zurda en un puño, allí donde llevaba el Anillo del Lobo, con el que había conseguido escapar de Angband y que durante un instante brilló con un fulgor plateado.

Morlarak, el líder de los Orcos, se arrodilló ante Draugor y agachó la cabeza todo lo que pudo.

- ¡Ten piedad, Amo! ¡Seré obediente! ¡No me castigues!

Pero varias horas después, cuando el Elfo y el Orco ordenaban al campamento marchar hacia el oeste a lomos de sus huargos, otros guerreros jóvenes, ignorantes e inexpertos, no fueron tan inteligentes y, como Morlarak hubiera predicho, sacaron sus armas con intención de hacerse con el liderazgo del clan matándoles. En ese instante, Draugor levantó la mano izquierda y repitió una y otra vez ésta letanía durante varios minutos agónicos, que a los Orcos y a los lobos les debieron parecer horas:

- "Obedecerás a tu Amo y Señor Melkor y a mí en su nombre... Obedecerás a tu Amo y Señor Melkor y a mí en su nombre..."

El Anillo del Lobo, en el índice zurdo del Elfo albino, brilló entonces con un gran fulgor plateado que llegó casi a impedir ver su figura, si es que alguno de los Orcos o de los lobos hubiera podido mirarle porque, durante los largos minutos que duró la letanía de Draugor, todos y cada uno de ellos, al mismo tiempo y en muchísimos kilómetros a la redonda, comenzaron a sentir un terrible dolor en la cabeza o en el rostro, allí donde él les había puesto la mano, y no paró aquella tortura hasta que de la cabeza o el rostro de cada uno ellos comenzó a manar la sangre negra, dejando ver la marca de una mano zurda de Elfo.

Cuando la letanía se detuvo, todos aquellos Orcos y lobos, los que habitaban en Ladros y en la cordillera oriental de las Ered Gorgoroth, se levantaron al unísono con la marca de una mano negra en los rostros o en sus cabezas. En aquel instante había nacido un nuevo clan de Orcos, el más grande y numeroso clan de Orcos que jamás se hubiera visto hasta entonces... Draugor les llamó el clan de la Mano Ensangrentada.

martes, 25 de abril de 2017

DRAUGOR, SEÑOR DE LOS HUARGOS



Notas previas:

Ésta es la continuación de la historia de un personaje que hice para una campaña del juego de rol "El Señor de los Anillos", que mi hermano hace años iba a ambientar en la Primera Edad de la Tierra Media que J. R. R. Tolkien narró en su libro "El Silmarillion" (en base a textos recopilados por su hijo, quien fue también responsable de su edición).

Tras un desengaño amoroso borré la historia del personaje que narraba los primeros siglos de vida de un Elfo Noldo que había nacido en Valinor con el nombre de Taralmië, que siguió a Fëanor a la Tierra Media y que fue prisionero de los siervos de Morgoth en su fortaleza de Angband. 

Estoy intentando reescribir la historia original pero me está costando más de lo que había creído. Tras ver impresionantes vídeos de la segunda parte del videojuego "Shadow of Mordor", llamada "Shadow of War", se me ha ocurrido ésta continuación de aquella historia y de su protagonista, el Elfo Noldo que, tras escapar de su cautiverio en Angband gracias al poder de un anillo mágico, abandona su antiguo nombre y adopta el de Draugor (en sindarin significa "temor de lobo").


Portada de "El Silmarillion"




La Tierra Media en la Primera Edad


Las Tierras de Maedhros y los Noldor durante la Primera Edad



I


Räegaryon se le acercó y no había ido solo, un Elfo Sinda iba con él.

- Hola, Draugor. - Dijo Räegaryon. - Te presento a Glîncalen, un amigo de los Noldor. Le he hablado de ti y desea conocerte.

- Te olvidas de que yo ya no soy un Noldo, ni amigo de los Sindar. - Dijo Draugor. - Y tampoco soy una atracción de feria. ¿Para qué has venido? ¿Qué noticias traes del sur? ¿Qué noticias hay de Himring y de las Tierras de Maedhros?

Glîncalen vio a un extraño Elfo, era albino, como le habían dicho, y su largo cabello blanco brillaba con fulgor a la luz del mediodía. Vestía armadura de cuero negro y pieles del mismo color, y éste atuendo y vestimenta parecía más de Orco que de Elfo. Llevaba la espada larga que Räegaryon le había regalado, un arco largo élfico y un carcaj lleno de flechas de Orco. Una docena de metros más atrás un enorme lobo huargo esperaba a quien debía ser su jinete, aquel que respondía al nombre de Draugor, Señor de los Lobos.

- Noticias de Himring no traigo, traigo noticias del oeste, Tol Sirion ha caído, Sauron la ha tomado y la ha convertido en su criadero personal de licántropos. - Explicó Räegaryon. - Hace unos seis meses de aquello.

- El bastardo de Gorthaur la ha llamado Tol-in-Gaurhoth, la Isla de los Licántropos. - Dijo Glîncalen.

- Una pena. - Dijo Draugor - Pero eso está muy lejos de Ladros y del Paso de Aglon. Además, y como tu ya sabes, mi guerra es con el Señor y no con el Siervo, mi guerra es contra Morgoth y no contra Sauron. Me vengaré por lo que les hizo a mis padres, me vengaré por lo que me hizo a mí.

- Como tu bien has dicho, yo ya sé todo eso. - Dijo Räegaryon - Pero también sé que sigues siendo leal a Maedhros, a pesar de lo que opinas de los Noldor, porque sufrió como tu por culpa de Morgoth y en el mismo lugar... Atrapado en el interior de Angband... Ambos tenéis cicatrices de esa estancia forzosa en la Fortaleza del Enemigo y son bien visibles... Pero debes comprender que no puedes matar a un Vala, ningún Elfo ha conseguido jamás tal proeza... Ni la conseguirá... Recuerda a Fingolfin y su duelo con Morgoth ¿Quieres acabar muerto como él? Gran suerte tuviste de ser acogido en Himring por Maedhros durante la Dagor Bragollach... Él también te recuerda con afecto, Draugor, él también recuerda quien fuiste cuando os marchasteis de Valinor, cuando llegasteis a la Tierra Media. Él no ha olvidado tu ayuda desde entonces y siempre te ha ayudado en recuerdo a esa amistad.

- ¿Acaso yo no le he ayudado? - Respondió el Elfo albino - ¿Quién mantiene el Paso de Aglon seguro y vigilado? ¿Quién controla a todos los clanes de los Orcos en las llanuras de Ladros, en la cordillera oriental de las Ered Gorgoroth y en las laderas que bajan hasta las llanuras de Lothlann? Es mucho territorio el que Maedhros controla gracias a mí, son muchos los clanes de Orcos que domino para él y mucho a lo que he renunciado para llevar a cabo la guerra contra Morgoth... ¿Todo este territorio quieres perder? ¿Tanto vale una fortaleza que se encuentra en una frontera distante, más allá de las Ered Gorgoroth, más allá de Taur-nu-Fuin, más allá de Gondolin y de las Crissaegrim? Que se ocupe Turgon y sus Águilas de Sauron y sus licántropos. ¿O acaso el rey de Gondolin y sus protectores alados necesitan la ayuda de un Elfo extranjero que vive en el lejano oriente para mantener a salvo sus fronteras?

- Sabes tan bien como yo que Turgon se siente muy a salvo tras los muros de Gondolin y que jamás saldrá de la ciudad, y menos para hacer la guerra, aunque con ello acabase con el mismísimo Enemigo. - Respondió el Elfo Noldo. - Tu tienes el poder de dominar la mente de los siervos de Morgoth y de usarlos contra él. Nadie más en la Tierra Media ha conseguido tal proeza. Tal vez no puedas matar al Vala, pero sí puedes debilitar sus ejércitos, puedes hacerte con sus mismas armas y además usarlas contra él mismo. No queremos destruir Tol Sirion, hasta ahora nos había sido muy útil, queremos reconquistarla, y en Himring hemos pensado que no tenemos por qué matar a los licántropos siempre y cuando esos mismos licántropos nos sean útiles para destruir a Sauron y a su Señor.

Draugor agachó la cabeza pensativo mientras se acariciaba el pálido mentón durante unos instantes.

- Estaba más que claro que con esas noticias has venido a convencerme de convertirme en el Señor de esas nuevas criaturas que Sauron está criando. - Dijo sin cambiar el gesto - He oído que desde la torre de Tol Sirion se domina todo el valle y que se ve llegar a todos los enemigos con tiempo suficiente para organizar la defensa más eficaz. ¿Con qué demonios Sauron ha logrado conquistar esa fortaleza? ¿Cómo ha logrado eludir las defensas? ¿Con qué extraño poder o fuerza se ha hecho con la torre? Necesito que me des mucha más información si quiero conquistar la isla y una garantía de futuro. Quiero ser el Señor de Minas Tirith si la reconquisto, esta vez no renunciaré a ser el comandante de la isla si expulso a Sauron de la misma, esta vez no repetiré lo que hice con Himring.

- Debes saber que Orodreth no ha muerto, al ser expulsado de Minas Tirith se refugió en Nargothrond. - Dijo Räegaryon -. Si es reconquistada es muy posible que el Noldo exija volver a su puesto como Señor de Tol Sirion.

- Si Orodreth ha abandonado su señorío ya no puede reclamarlo si otro se hace por derecho con él. - Concluyó Draugor. - Pero antes de aceptar ésta misión quiero una declaración jurada por escrito de Maedhros y de todo aquel Señor de los Elfos que puedas convencer de que esas tierras me pertenecerán si soy capaz de conquistarlas. Y quiero reunirme con Maedhros en Himring para ser testigo de cómo el hijo de Fëanor en persona firma esa declaración un segundo antes de quedármela. No lograreis engañar a alguien que conoce al detalle las artimañas y mentiras de los Orcos. Entonces, y solo entonces, empezaré a moverme para cumplir la misión. No es negociable, cualquier otra oferta será rechazada y me conoces lo suficiente como para saber que no cambiaré de opinión. Si no aceptáis no habrá trato y seguiré siendo para siempre el Señor de los Orcos y los Lobos de la Cordillera Oriental de las Ered Gorgoroth, al norte de Himring y el Paso de Aglon.

El Elfo Sinda llamado Glîncalen, que hasta entonces se había mantenido apartado de la conversación, dio un paso al frente.

- Me han contado que una vez fuiste comandante de Himring y que renunciaste al puesto para convertirte en éste montaraz que vive en las montañas, en los bosques y en las cavernas. Me gustaría saber ¿por qué ahora si deseas tener un señorío?

Draugor lo miró con una mirada divertida en los ojos y una sonrisa en los labios.

- Ser el comandante de Himring no es lo mismo que ser el Señor de Himring, Sinda; esa fortaleza solo tiene un Señor y ése es Maedhros el Alto, su comandante solo es un subordinado. Yo quiero un señorío y aunque ser el Señor de los Lobos no es atractivo ni suena bien es algo mío y solo mío. Es preferible ser el Señor de Algo, por desagradable que esto sea, que ser un simple lacayo.

Draugor se volvió a Räegaryon para lanzar su última petición.

- Tienes una semana, Noldo, si no estás aquí con una respuesta dentro de una semana entenderé que no hay acuerdo y que todo sigue igual. Entonces tu seguirás siendo el lacayo de Maedhros y yo seguiré siendo su Señor de los Lobos y los Orcos... Al menos seguiré teniendo algo.

- Entendido. - Respondió Räegaryon - Vendré dentro de una semana con una respuesta de Maedhros, sea la que sea. - Y dicho esto se giró hacia Glîncalen para indicarle que ya podían regresar a tierras civilizadas y el Elfo Sinda montó en su caballo y cabalgó hacia Himring junto a su comandante.

viernes, 7 de abril de 2017

GHOST IN THE SHELL (EL ALMA DE LA MÁQUINA)


Cartel de la película


"Estos son los datos, suyas son las conclusiones"
Ana Pastor en "EL Objetivo" (programa televisivo de actualidad política en "la Sexta")


Tras haber leído alguna crítica bastante dura de la película "Ghost in the Shell (el alma de la máquina)", recientemente estrenada en los cines, me ha parecido oportuno escribir una breve crítica positiva acerca de la misma, puesto que no entiendo la dureza de estas críticas tras mi primer (y hasta el momento único) visionado de la película.

Recuerdo, hasta cierto punto, la expectación creada allá por mediados de los años noventa con la película de animación del cómic "manga" "Ghost in the Shell" y también recuerdo que aquella película me dejó bastante indiferente tras toda la expectación creada. No puedo opinar sobre los cómics, puesto que no he leído ninguno, y tampoco sobre la serie de animación basada en los mismos... no he visto ni un solo capítulo. Así que mi único precedente se basa en aquella película de animación que, a mi juicio, estaba y está muy sobrevalorada.


Portada del cómic manga


Recuerdo también que en aquella película de animación su protagonista, conocida como "la Mayor", conocía su auténtico nombre desde el principio, así que era "la Mayor Kusanagi" y su compañero en la Sección 9, "Batou", tenía ojos cibernéticos desde un principio... Todo esto ha sido mejorado con mucho en la nueva versión.

La sinopsis del remake de la película de animación es el siguiente: en un futuro más o menos lejano los límites y fronteras entre humano y máquina cada vez son más confusas puesto que casi todos los humanos poseen mejoras cibernéticas instaladas en sus cuerpos. Durante el naufragio de un barco lleno de refugiados, una chica consigue a duras penas sobrevivir, pero su cuerpo biológico se muere y, para preservar la vida de ésta chica, se le extrae su cerebro vivo y se le inserta en un cuerpo completamente sintético. Ha nacido "la Mayor", el mejor y más letal miembro de la Sección 9, un grupo operativo de élite y, a su vez, el mejor cuerpo de seguridad del Estado.

Tras éste inicio, y tiempo más tarde, un misterioso terrorista, que luego descubriremos que responde al nombre de "Kuse", empieza a asesinar a importantes empleados y directivos de la empresa "Hanka Robotics", la empresa más importante que produce, gestiona y distribuye las mejoras cibernéticas para los humanos en ese mundo futuro, que tiene sede en la megaciudad protegida por la Sección 9 y que es la responsable de la creación de "la Mayor".


Fotograma de la película


En la película de animación original la ciudad en la que operaba la Sección 9 era un Tokyo futuro más gigantesco y opresivo de lo que ya lo es. En ésta nueva película no se contextualiza geográficamente esa gigantesca ciudad y, aunque la moda y mucho de su gentío es oriental, podría ser cualquier gran ciudad de los Estados Unidos en un futuro donde Japón es la primera potencia mundial y todo lo japonés no solo está de moda, sino que ya forma parte de la idiosincrasia mundial.

Uno de los grandes aciertos de la película es la plasmación estética cuidadísima de esa megaciudad futura y de su ambiente futurista, nihilista, individualista, despersonalizado, opresivo y frío. Así mismo ésta estética usa casi únicamente iluminación artificial, es la plasmación de un mundo donde la tecnología, tan brillante, tan engañosamente perfecta, lo domina (casi) todo.


Fotograma de la película


Es importante señalar que "la Mayor" no recuerda nada de su pasado y de su vida humana, salvo el accidente del naufragio, donde perdió a sus padres. Éste pasado es lo que vamos descubriendo a lo largo de la película, así como sus vínculos con el citado "Kuse".

Tal vez lo que no ha gustado a los críticos sea el transcurso de la narración en la que se despejan esas incógnitas y creo importante recordar que la narración en el cine oriental no se basa en los mismos términos que en la que se basa la narración de las películas en occidente. Voy a explicarme: mientras que en occidente las narraciones de las películas (salvo en poquísimas excepciones) son "dickensianas", es decir, donde el espectador tiene de antemano todas las claves para entender la película (como en las novelas de Charles Dickens, donde un narrador nos da siempre todas las claves para entender la novela), en oriente las narraciones no son así, no se dan todas las claves para entender una narración y casi todo hay que entenderlo por contexto.


Fotograma de la película


A mi modo de ver en "Ghost in the Shell (el alma de la máquina)" la falta de tiempo para explicar todo lo que sucede en la película se solventa usando la narración por contexto oriental por defecto. Es decir, "la Mayor", que dispone de piel sintética con un sistema para convertirse en invisible, es disparada en los primeros minutos de película por unos matones con ojos cibernéticos. No se nos dan todas las claves para entender ésta escena de acción, es decir, mientras que los matones tienen ojos cibernéticos que pueden detectar imágenes caloríficas para identificar a una persona oculta o en la más absoluta oscuridad, no pueden detectar a "la Mayor" básica y llanamente porque su cuerpo mecánico y sintético no emite calor ninguno. Por lo tanto las claves para entender completamente ésta escena no se nos explican y no creo que sea ni siquiera necesario.

Hay más ejemplos, como la escena en la que "la Mayor" se mantiene sumergida en el fondo de la bahía a los "pies" de la ciudad y una multitud de extrañas medusas nadan a su alrededor en un alarde de efectos especiales al servicio de la estética de la película. ¿De verdad es necesario explicar que los acuarios de medusas de diseño genético están de moda en ese mundo futuro (o estuvieron de moda en un tiempo pasado no muy lejano) y cuando sus dueños se cansan de ellas las tiran a la bahía? Este tipo de explicaciones sobran y no aportan absolutamente nada a la narración y, además, la falta de explicaciones narrativas generan aquí un interesante híbrido narrativo a medio camino entre la tradición narrativa occidental y la tradición narrativa oriental.


Fotograma de la película


Más allá de la forma en la que se narra, creo que las mayores críticas que ésta película recibió se basan en la falta de profundidad de sus planteamientos con respecto al despojar de un humano de su cuerpo y encerrarlo en una carcasa que, por muchas ventajas que tenga para el combate o para el "hackeo" informático, despoja al humano del vínculo con su cuerpo, así como lo insensibiliza y lo aleja de una vida plena y "normal", reduciéndola a todos los efectos a una herramienta, a un objeto, a un arma... a pesar de que éste nuevo "ser", éste ciborg con mente humana y cuerpo sintético y mecánico, posea su personalidad y noción de "identidad".

No creo que la película necesite ahondar en esos planteamientos más de lo que ya lo hace. Se trata de un remake y un homenaje a un cómic manga, a una película de animación y a una serie de animación... en todo caso si la propia película de animación no ahonda en éstos aspectos ¿por qué iba a hacerlo su remake?


Fotograma de la película


Arriba del todo he escrito una frase que la periodista Ana Pastor dice siempre en su programa televisivo del canal "la Sexta": "estos son los datos, suyas son las conclusiones". Creo que es la mejor frase para definir éste problema. La película expone lo que le ocurre a "la Mayor" antes de saber cuál era realmente su identidad humana, no necesita más, en la película ésto se resume diciendo "nuestra memoria no nos convierte en quiénes somos, sólo nuestros actos definen quiénes somos". "La Mayor" hace el bien atrapando a criminales y salvando vidas inocentes en su trabajo dentro de la Sección 9, eso la convierte en una persona valiosa tanto funcional como moralmente hablando. El resto es una película impresionantemente hermosa, tanto estética como narrativamente hablando.

No me gustaría acabar ésta crítica sin hablar de la escena que más me ha gustado y que veo personalmente como una especie de clímax de los planteamientos antes citados. Se trata de cuando "la Mayor", o sea una máquina con alma (tiene identidad y objetivos personales), se encara a un humano literalmente sin alma, ya que su memoria cibernética ha sido "hackeada" por "Kuse" para llevar a cabo sus atentados terroristas y por ello le ha vaciado de todos sus recuerdos y le ha dado unos recuerdos falsos, descontextualizándolo de su identidad y de sus objetivos personales (es, a todos los efectos, una herramienta de "Kuse"). Repito: una máquina con alma ("la Mayor") frente a un humano sin alma ¿hace falta una mayor crítica con respecto a los riesgos de fusionar la tecnología con un ser humano sano? ¿hace falta criticar de otra forma el bien que puede hacer la tecnología a personas que realmente lo necesiten?

He disfrutado mucho con el visionado de "Ghost in the Shell (el alma de la máquina)" y no puedo decir lo mismo de la película original de animación.


Cartel de la película