jueves, 21 de abril de 2016

¡PIRATAS! (¿por qué consentimos que nos sigan robando?)



La bandera del pirata Calico Jack, conocida como Jolly Roger
La bandera del pirata Calico Jack, conocida como Jolly Roger 


"Pero si me dan a elegir
de entre todas las vidas escojo
la del pirata cojo con pata de palo,
con parche en el ojo,
con cara de malo,
el viejo truhán capitán
de un barco que tuviera por bandera
un par de tibias y una calavera"

Joaquín Sabina, "La del pirata cojo"


Nuestra imagen típica de un pirata es la de un hombre de profesión ladrón marino (y sin escrúpulos), que vive o vivía en el siglo XVII o XVIII. Solemos creer, muy erróneamente, que la época álgida de la piratería podía comprenderse en esos dos siglos de Historia, sin darnos cuenta de que, muy al contrario, cada vez hay más piratas, cada día son más numerosos, viven en nuestros países y ya no surcan los mares, se comportan como personas normales y, muchas veces, como personas de éxito, de éxito profesional, de éxito político o siendo simples celebrities que gozan, a menudo, de una fama sobrevalorada.

Vale, lo que normalmente entendemos por pirata si que puede circunscribirse a ése buscavidas marino del siglo XVII y XVIII, pero no nos damos cuenta de que esa piratería, que antiguamente se realizaba en los océanos, hoy en día está absolutamente modernizada. Nuestros piratas contemporáneos ya no necesitan vivir una vida muy dura y muy peligrosa muy lejos de sus hogares y países de origen surcando todo tipo de mares y océanos para robar lo que no era suyo como hacían antaño, no... Los piratas de hoy en día viven vidas llenas de lujo y comodidades en tierra firme.

Por supuesto que estoy hablando de los "Papeles de Panamá", pero no sólo de ellos sino también del Monedero de Podemos, del Villa de la U.G.T., de nuestro queridísimo expresidente de gobierno José María Aznar, de su amigo Miguel Blesa (experto en hundir entidades financieras), del señor Rodrigo Rato Figaredo, de Mario Conde, de Iñaki Urdangarín, de los E.R.E. de Andalucía, de Rita Barberá... Etc, etc, etc...


Batalla entre Barbanegra y el teniente Robert Maynard, pintura de Jean Leon Gerome Ferris (1863–1930)


Y lo más lamentable de todo es que tengo la triste sensación de que éstos nombres son sólo la punta del iceberg, de que a éstos personajes citados los conocemos sólo porque son figuras públicas pero que, en la sombra, existen innumerables piratas anónimos que nos roban todos los días y de los que ni siquiera podemos saber, al menos, su nombre. Por supuesto que me refiero a los ladrones de dinero, no a los piratas informáticos que hoy en día roban información, sino a aquellos piratas que hoy en día se han especializado en robar dinero con el mínimo esfuerzo, ya sea público (del Estado) o privado como en el caso de los estafadores de las "preferentes".

Creo que es importante, para entender éste fenómeno actual, remontarnos a esos tiempos en los que la piratería se estableció como toda una forma de vida, pero una forma de vida peligrosa, dura y desagradable. Y para entenderlo tenemos, primero, que comprender la coyuntura socio-económica de aquel período histórico. Durante el siglo XVI (y también luego durante el siglo posterior) España fue la mayor potencia económica y militar del mundo por una simple razón: habían descubierto un nuevo continente, América.

Las riquezas que éste descubrimiento supuso para la corona española fue la causa de su sorprendente y rápido éxito y también la causa de su sorprendente y rápido declive. ¿A qué me refiero? Estoy hablando de que España, como país, nunca había sido importante y siempre había sido un país "pobre", entendiendo como "pobre" un país cuya riqueza siempre había servido como sustento económico de otro "estado" diferente al de "España", como por ejemplo el Antiguo Imperio Romano. Siempre había sido una amalgama de países diferentes y reinos inmersos en continuas guerras intestinas que no hicieron más que empobrecer a la antigua Península ibérica. Hasta que un día la locura, la perseverancia, la inteligencia y el fanatismo de una reina del reino de Castilla, de nombre Isabel, consiguieron unificar lo que sólo los romanos habían conseguido aglutinar bajo un mismo estado (con la excepción de Portugal, claro).


Barco pirata
Barco pirata


Por otras causas se dio la circunstancia de que, al mismo tiempo, el mismo país que nunca había sido un país hasta entonces (si no muchos) descubrió un nuevo continente, lo que lo catapultó al mayor éxito económico y militar de la época. ¿Y los demás países? ¿Cómo se tomaron el descubrimiento de América? Pues a los demás países éste nuevo descubrimiento les estaba sentando bastante mal. España rompió un equilibrio económico que hasta entonces había existido siempre entre las mayores potencias del mundo: Francia primero e Inglaterra en el segundo lugar como su mayor rival y competidor.

Los dirigentes franceses vieron cómo el país que defendían y que siempre había sido la primera potencia económica del mundo (desde la caída del Imperio Romano de Occidente) quedaba relegada a un segundo lugar bajo la estratosférica subida de un nuevo país: España. Los dirigentes ingleses, por su parte, tampoco se sintieron mejor viendo cómo eran relegados a un tercer lugar como potencia económica y militar mundial y dándose cuenta de que tenían un nuevo y poderoso enemigo que había dejado militarmente obsoleto a su antiguo primer rival, Francia.

Fueron los dirigentes ingleses quienes, precisamente por partir con desventaja en ésta carrera entre naciones, tuvieron que inventarse algo diferente que los demás países no poseían y que les diera alguna ventaja en ésta competición. Durante el siglo XVI se dieron cuenta de que había un gremio que estaba enriqueciéndose con el oro de América y que, además, estaba debilitando a sus naciones rivales como la española: la piratería. Y si los piratas les estaban ayudando indirectamente a debilitar a España ¿por qué no podían ayudarles directamente en ésta misma labor? ¿por qué no darles un sueldo del Estado británico y una comisión a cambio de llevarles una parte de ese saqueo y robo de los barcos españoles que ya estaban llevando a cabo? Por eso se inventaron la "patente de corso" que convertía a los vulgares piratas en corsarios, la diferencia estribaba simple y llanamente en que mientras que los primeros robaban por iniciativa propia, los segundos robaban patrocinados y por mandato de un Estado en particular.



Sir Francis Drake
El famoso corsario Sir Francis Drake


Si, los británicos idearon la "legalización" del robo pero al menos hicieron algo de provecho con ese dinero robado a la corona española (quienes a su vez lo habían "robado" en suelo "americano"), con ese dinero que hicieron gracias a la piratería crearon el primer Banco Nacional Británico, mientras que los obtusos de nuestros reyes y dirigentes se lo estaban gastando entonces en estúpidas e inútiles guerras para expandir su territorio y poder.

Pero para proteger a sus piratas y corsarios y para desdibujar aún más las líneas entre lo "legal" y lo "ilegal", entre lo "criminal" y lo "cívico", entre lo "moral" y lo "inmoral", la corona británica se inventó algo que hoy en día sigue afectándonos: el paraíso fiscal.

¿Qué es un paraíso fiscal? Aunque no hay una definición ni unanimidad mundial en lo que es un paraíso fiscal yo me atrevo a identificarlo como una nación o región protegida y "blindada" legislativamente por una segunda nación o territorio para almacenar, rentabilizar (sin rendir cuentas ante la legislación de ningún país) y "lavar" o hacer "legal" dinero que puede ser legal o no.

Su origen está precisamente en la piratería patrocinada por la corona británica ya que si algún país, como España, le acusaba internacionalmente de realizar actos criminales contra sus intereses directos, la corona británica podía "lavarse las manos" legislativamente. Voy a ilustrarlo con un ejemplo: si la flota de Drake (famoso corsario británico) atracaba en Jamaica con las bodegas llenas de oro robado a la corona española y luego el embajador español en Jamaica denunciaba ante las autoridades inglesas que Drake les había robado, éstas autoridades podían "lavarse las manos" alegando que, mientras que robar en suelo inglés o en suelo español era delito, según la legislación británica robar en Jamaica era completamente legal.


Puerto de Cartagena de Indias
Fortificación del puerto de Cartagena de Indias (Colombia), múltiples veces atacado por la flota de Francis Drake


Tal vez es un ejemplo un poco burdo pero es un buen ejemplo para ilustrar que la invención de los llamados "paraísos fiscales" no tuvo más fin que regularizar o "legalizar" el dinero robado u obtenido de forma inmoral.

Y así seguimos porque, después de casi quinientos años, los paraísos fiscales siguen existiendo... Vale, es difícil que los "piratas" que conocemos como ladrones marinos de hoy en día guarden su dinero en un "paraíso fiscal", pero eso no significa que no puedan hacerlo si son capaces de eludir la legislación internacional. Todo aquel que robe dinero, hoy en día, y no sea detenido, puede almacenar su botín en uno de estos "paraísos" y vivir de lo que le renta.

Pues eso... ¡Piratas! ¡Estamos rodeados de ellos! Más les vale tener una nave rápida o resistente y militarmente poderosa porque los piratas no respetan nada que no les pertenezca ni a nadie que no sea un camarada suyo... y hoy en día tampoco respetan a sus compatriotas, así que... naveguen con cuidado, están avisados.


Portada de "La Isla del Tesoro" de Stevenson
Portada de "La Isla del Tesoro" de Stevenson