lunes, 23 de diciembre de 2013

Surrealismo / Simbolismo (se parecen pero no son lo mismo)

Me gusta el arte porque es subjetivo, usted puede tener una opinión distinta de la mía sobre la misma obra y no por eso es menos válida. Es un ejercicio de libertad, es un ejercicio de real democracia. Porque no sólo de pan vive el hombre sino de cualquier cosa que también alimente el espíritu.

El Templo de la Palabra de Leonora Carrington
El Templo de la palabra de Leonora Carrington.

Todo aquel que pueda tiene una cita en el Museo Thyssen – Bornemisza de Madrid hasta el 12 de Enero. En ésta exposición he redescubierto a Leonora Carrington, a Remedios Varo, a Dora Maar, a Dorothea Tanning, a Leonor Fini...

Fíjese que hablo de ellas, sí de ellas, porque cuando uno estudia arte es fácil acercarse y estudiar las obras de ellos, que también van a poder ver expuestas en ésta exposición, las de Max Ernst, André Breton, Giorgio de Chirico, Paul Delvaux, Salvador Dalí, Miró... Pero ellas me han sorprendido gratamente.

Fíjese en la siguiente obra de Leonora Carrington llamada “Y entonces vimos a la hija del minotauro”.

Y entonces vimos a la hija del minotauro de Leonora Carrington
Y entonces vimos a la hija del minotauro de Leonora Carrington.

Éste es un buen ejemplo de la exposición y de su tema: surrealismo y sueño. Ésta es una gran pintura surrealista, una gran obra surrealista profundamente onírica. 

Unos niños vestidos con capas negras en el centro de la composición parecen un tanto sorprendidos, expectantes, recelosos, como aquellos que conocen a unas personas por primera vez. No están sorprendidos por el extraño ambiente ni por el extraño lugar, ellos no son nuevos en éste mundo onírico, han estado en lugares semejantes otra vez y han conocido a personajes similares en otras ocasiones, pero conocen por primera vez a éstas extrañas figuras.

El ambiente está cargado de negros, como la oscuridad que el triple vano del fondo nos ofrece, es el mundo de la noche, el mundo de los sueños cuyos negros, a los que se abre la escena, penetran en la habitación y la imbuyen de su misterio onírico como testimonian las nubes que han entrado en la estancia.