martes, 12 de enero de 2016

STAR WARS Y LA ESTUPIDEZ DE GEORGE LUCAS



Darth Vader


"La Fuerza está contigo, joven Skywalker... pero todavía no eres un Jedi..."

Darth Vader en "El Imperio Contraataca"

"No se ofusque con éste terror tecnológico que ha construido... La posibilidad de destruir un planeta es insignificante comparada con el poder de la Fuerza"

Darth Vader en "Una Nueva Esperanza"




Éste último Sábado 26 de Diciembre emitieron en televisión la tercera parte de las precuelas de la conocida saga cinematográfica Star Wars, "La Venganza de los Sith", y cual ha sido mi sorpresa cuando he visto la crítica que el diario "La Nueva España" de ese mismo día ha hecho sobre la misma.

Me he sorprendido muchísimo cuando he visto que, según la calificación de "La Nueva España" ésta película merece ¡cuatro estrellas! lo que la convierte en "Muy buena" según ésta misma calificación.

No puedo estar en mayor desacuerdo y voy a explicar los "porqués".


Página de "La Nueva España"

Sinopsis y crítica de "La Venganza de los Sith"

Baremo de calificación de películas de "La Nueva España"


Antes de analizar ésta parte de la numerosa y famosísima saga galáctica cinematográfica por excelencia debo explicar que yo mismo fui (antes de la existencia de las precuelas) un gran aficionado y entusiasta de la misma, hasta el punto de poder asegurar que, cuando era un adolescente e iba al Instituto, veía todas las tardes, en VHS y junto a mi hermano, una o dos películas de las partes clásicas de la saga. De hecho mi hermano y yo perdimos la cuenta de las veces que las vimos... Puedo asegurar que, aunque fue hace mucho mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana, vimos las películas más de 50 veces... tal vez más de 70...

Me encantaban las tres películas, "Una Nueva Esperanza" (George Lucas, 1977), "El Imperio Contraataca" (Irvin Kershner, 1980) y "El Retorno del Jedi" (Richard Marquand, 1983), las clásicas, no las que ahora pueden verse "recientemente" modificadas por George Lucas con nuevas escenas y nuevos efectos especiales que no solo no les aportan nada sino que, además, las estropean.

Ésa afición y entusiasmo empezó a resquebrajarse cuando el mismo George Lucas añadió esas escenas y efectos especiales innecesarios a la saga clásica y terminó de romperse cuando Lucas produjo, guionizó y dirigió la primera de las precuelas: "La Amenaza Fantasma". Una de las peores películas que he visto en mi vida, y no lo digo sólo porque la película tiene poquísima artisticidad y sí demasiados efectos especiales digitales insulsos e innecesarios, sino porque, además, estropea a mis ojos lo que fue para mí un gran mundo fantástico lleno de aventura, emoción, genialidad, plausividad y "realismo".



Cartel de "Star Wars. Una Nueva Esperanza"


En "La Amenaza Fantasma" podemos ver una triste parodia del mundo de Star Wars, tal vez entretenida para niños pero poco interesante para aquellas personas que tengan más de 12 años. El primer error de la película consiste en no establecer desde un inicio cual es el protagonista de la narración. Se nos presenta un nuevo personaje con el que los aficionados a la saga no tenemos ningún vínculo ni referencia y que hace las veces de protagonista durante gran parte del filme, llamado Qui Gon Jinn, el supuesto maestro de Obi Wan Kenobi.


Primer error no sólo porque éste personaje muere hacia el final de la película, con lo cual la nueva trilogía se queda sin protagonista, sino porque además Obi Wan Kenobi deja bien claro en "El Imperio Contraataca" que su maestro de Jedi fue Yoda.


El segundo error es presentar a la Fuerza, el campo místico de energía que une a todos los seres vivos en la galaxia de Star Wars, como el producto de unos organismos llamados "midiclorianos" (no se sabe bien si son bacterias, virus o células de algún otro tipo) que pueden medirse y contabilizarse. ¡Estupendo! ¡Adiós a la Fuerza como el "campo místico" de la saga clásica! Ahora la Fuerza ya no es algo propio de fe o de religión, algo extraño, excepcional, maravilloso y milagroso... No, no, ahora la Fuerza es algo tangible y medible con lo que ha dejado de ser algo místico, extraño, excepcional, propio de fe o religión y tampoco maravilloso ni milagroso...


Cartel de "La Amenaza Fantasma"


Tercer error: presentar a Anakin Skywalker, quien se supone que debería ser el auténtico protagonista de la película, como un niño que fue engendrado en el vientre de su madre directamente por los "midiclorianos" antes citados, es decir, sin contacto masculino. Es un error importante que merece la pena analizarse con cuidado.

George Lucas presenta la historia de Anakin Skywalker desde que éste es un niño y por muy intensa que sea la Fuerza en él sigue siendo un niño y, por lo tanto, no puede saber mucho acerca de nada y no puede ser modelo de nada, puesto que no es una persona adulta. Si Anakin Skywalker debía ser el protagonista de la película la mayor parte del metraje rodado contando las peripecias de Qui Gon Jinn y su aprendiz Obi Wan Kenobi sobraba. La narración, el guión y la dirección debían haberse centrado en el niño y no en los adultos.

En la trilogía clásica el protagonista es claramente Luke Skywalker (que por cierto se llama así por su creador, el propio Lucas) y, a pesar de que la Fuerza es intensa en él, no es perfecto, es joven e impaciente y comete errores, como debería ser lo normal en alguien de su edad... Algo que es difícil de ver en Anakin Skywalker en todas las precuelas y lo que no hace de él un personaje creíble ni realista...

Éste tercer error nos indica también las pocas ganas que George Lucas tenía de contarnos el pasado de uno de los mejores antagonistas del cine jamás creado (hablo de Darth Vader, claro) y lo poco que trabajó en la idea del proyecto puesto que ¿qué mejor que no idear una familia para los Skywalker? No, Anakin Skywalker no podía tener una familia, fuera ésta normal o excepcional, porque Lucas no se tomó ni la molestia de darle una familia a Anakin, es el hijo de una esclava anodina y sin importancia y de los citados "midiclorianos"...


Fotograma de "La Amenaza Fantasma"


Ya está... Un pasado para Darth Vader que nadie puede creerse...


Si tantos problemas tenía Lucas para darle una familia a Anakin no hacían falta "midiclorianos" ni estúpidas alusiones cristológicas, podía haber sido tan sencillo como iniciar la narración de la película con un Anakin Skywalker un poco más mayor y recibiendo sus lecciones de Jedi de Obi Wan Kenobi, quien sabemos, otra vez por la trilogía clásica, que fue su maestro. Al igual que no sabemos nada de las familias de Obi Wan Kenobi ni de Qui Gon Jinn hubiera bastado con desplazar ambos papeles por los de Anakin aprendiz y Obi Wan maestro... Además, si se trataba de generar una tensión narrativa entre ambos personajes al final de la nueva trilogía todo lo demás sobraba...


Cuarto error: los antagonistas no funcionan. Primero porque es demasiado obvio que la identidad secreta del senador Sheev Palpatine es la del maligno Sith llamado Darth Sidious, y no sólo para los aficionados de la saga clásica, que ya sabíamos que el emperador del Imperio galáctico en Star Wars se llama Palpatine, sino también para cualquiera que tenga cabeza y dos ojos y dos orejas en ella. Ésta obviedad resulta tan previsible que llega a ofender la inteligencia del espectador.

Y segundo por la inclusión de su supuesto aprendiz Darth Maul. Aunque es innegable que estéticamente las imágenes y las escenas en las que aparece o participa éste malvado Sith son muy espectaculares, agradables, e incluso, interesantes, carecen de auténtico peso e importancia narrativa. Voy a ilustrarlo con un ejemplo de la saga clásica.


Fotograma de "La Amenaza Fantasma"


En "Una Nueva Esperanza" Darth Vader y Obi Wan Kenobi tienen un duelo de sables láser en el que hay tensión narrativa. Hemos visto durante toda la película cómo Darth Vader era un personaje importante no sólo para el Imperio sino también para los protagonistas puesto que es patente que se trata de un enemigo muy muy duro y difícil de abatir. Sabemos que Vader y Kenobi se conocen, el primero fue alumno del segundo, uno mató a su amigo común (en ése entonces narrativo Vader mató a Anakin Skywalker) y Vader dice aquello de "...no has debido volver... ahora el círculo se ha cerrado..."

El duelo no necesita nada más, el espectador se da cuenta sin más de que son dos grandes oponentes y que hay fuertes razones, personales y no personales, para la confrontación mutua. No hay grandísimos efectos especiales, no hay saltos espectaculares ni movimientos atléticos más propios del mundo circense que de un auténtico duelo de espadas. No son necesarios. Basta la tensión narrativa, una tensión que no existe ni cuando Darth Maul mata a Qui Gon Jinn, ni cuando el primero muere partido en dos por el sable de luz de Kenobi.

El espectador no conoce de nada a Darth Maul, no hay motivos para una confrontación personal... Narrativamente hablando no hay ni siquiera motivos para ver a Maul como antagonista (lleva pinchos en la cabeza, tiene la cara pintada de negro y rojo, se llama Maul y va vestido de negro, así que... ¿tiene que ser malo por todo eso, no?) pero éste mata a Qui Gon Jinn... ¡Oh, nooo! ¿me debe importar como espectador? No. No me importa en lo más mínimo, tal vez al personaje de Obi Wan si, porque se supone que es su maestro, pero a mí, como espectador, me importa un pimiento.


Darth Maul


Y luego Maul muere a manos de Obi Wan... ¿Y? ¿En serio tiene que importarme? Si no sé absolutamente nada de él... Aparece un segundo en la película hablando con su maestro Darth Sidious y otro segundo cuando espía a Qui Gon y éste se da cuenta. Está claro que es una mera excusa para hacer una secuencia de combate superespectacular llena de efectos especiales pero no para crear una buena historia audiovisual, y mucho menos para hacer arte cinematográfico, sino para hacer muchísimo dinero de todos los idiotas que fuimos al cine para ver ésta caca en cuya realización se gastaron millones de dólares... En fin...

Y quinto error (y no por ello menos importante): los secundarios cómicos tampoco funcionan. Primero porque Lucas, para mí, se equivoca incluyendo a R2-D2 y a C-3PO en la nueva trilogía. Hay que recordar que Obi Wan Kenobi dice en "Una Nueva Esperanza": "No recuerdo haber tenido nunca un droide astromecánico..." y se pasa junto a R2-D2 todas las precuelas... ¡¡¡Por no decir que Anakin Skywalker, quien va a ser Darth Vader, crea a C-3PO!!! Patético... Es posible que su aparición no hubiera estado mal pero introducidos de otra manera totalmente diferente en la película. Y segundo porque introduce al peor personaje posible: el estúpido y odioso alienígena Jar Jar Binks, el cual no sólo no puede resultar gracioso a cualquier adulto sino que, además, tiene escenas completamente innecesarias y demasiado largas para el peso narrativo que realmente tiene... Ninguno.

A pesar de éste patético espectáculo la película tiene una gran música y banda sonora creada por el mejor compositor musical del cine de todos los tiempos: John Williams. Por eso y por lo espectacular de los efectos especiales ésta película merece para mí una estrella en el baremo de calificación del diario "La Nueva España", lo que la convierte en un condescendiente "Regular".



Cartel de "El Ataque de los Clones"


Vamos a hablar ya de "El Ataque de los Clones", la segunda precuela. Ésta película es incluso peor que "La Amenaza Fantasma" ¿por qué? Pues porque resulta tediosa, aburrida hasta el extremo. Se nota que, tras las críticas recibidas por la primera precuela, su segunda parte cojea demasiado intentando complacer medianamente a los aficionados descontentos con la primera. Teniendo en cuenta que fue un fracaso de taquilla es patente que no lo consiguió.

Una crítica que me he dejado de la primera precuela a ésta "segunda parte" es que presenta la sede de los Jedi (también conocida como el "Templo Jedi") en el mismo planeta-capital de la galaxia: Coruscant. Teniendo en cuenta que éste planeta es un hervidero de gente, razas alienígenas, androides y agobiante tráfico aéreo, resulta incoherente que los Jedi que se presentan en la trilogía clásica (y su filosofía que plantea la meditación y la serenidad de la mente) sean compatibles con semejante ambiente, muy poco indicado para la introspección, meditación y serenidad.

Lucas, una vez más, refleja en éste gran error su falta de previsión, esfuerzo y trabajo por presentarnos una coyuntura previa en el mundo de su trilogía inicial. Si se hubiera molestado un poco en crear un ambiente realista para los Jedi se habría dado cuenta de que ninguna orden monacal del mundo, de ninguna religión del mundo que busque la "paz interior", se ubica en un sitio que podría incitar fácilmente al "pecado" o que disturbe fácilmente esa "paz interior" buscada.



Fotograma de "El Ataque de los Clones"


Tal como Yoda, maestro Jedi de la trilogía clásica, está retirado en un planeta perdido y lejano a la sociedad, el "Templo Jedi" debería estar igualmente apartado del "mundanal ruido". Yoda no sólo ha elegido exiliarse en la ciénaga oscura, sucia y apestosa de Dagobah por miedo a su seguridad, sino que también demuestra así su desprecio por el poder político, por el poder económico, por la popularidad, por el mundo de la imagen y la estética... En definitiva, éste ambiente también refleja la austeridad de su vida y lo espartano de sus aspiraciones vitales, que deberían ser también las aspiraciones de todo Jedi serio que se tenga por tal.

Relacionado con éste aspecto está el asunto de que el mismo personaje de Yoda en "El Ataque de los Clones" no es creíble. Primero porque ya no es el maestro de Jedi tangible de las películas clásicas, creado con un muñeco, es un personaje enteramente hecho por ordenador, con lo cual ya no tiene ni el mismo encanto ni el mismo carisma que el Yoda clásico. Segundo porque, para ser una criatura con ochocientos años de edad, está exageradamente rejuvenecido (por favor, solo debía haber rejuvenecido 30 años de su excesivamente longeva vida). Y tercero porque, mientras que en las películas clásicas se muestra como un antibelicista convencido, aquí ¡no sólo posee un sable láser sino que lo usa! ¡Y encima en un combate innecesario y de lo más ridículo!

No, éste Yoda definitivamente no es el mismo que decía en "El Imperio Contraataca": "... No... La guerra no le hace a uno grandioso..."


Yoda de la trilogía clásica


Yoda de la trilogía clásica



Yoda de las precuelas



Yoda de las precuelas


Para seguir desilusionando a los aficionados a la saga clásica se inventa un padre para Boba Fett, personaje cuyo encanto y carisma en la trilogía clásica se basaba precisamente en que era alguien misterioso del que no se sabía nada (y hay que recordar que no fue creado ni ideado por George Lucas y, además, él mismo se oponía a la idea de introducirlo en las películas clásicas), llamado Jango Fett... Y va más allá porque para rizar el rizo de la parodia patética de la trilogía clásica éste Jango Fett, padre de Boba Fett, es el individuo original e inicial de donde surge toooodo el ejército de los clones... En fin... Patético...

Y no puedo olvidarme del gran error de toda la película, la información más importante y recóndita que debía hallarse en los "archivos Jedi" ha sido borrada así como así: la ubicación del planeta Kamino, donde se lleva acabo la creación, en secreto, de un ejército de clones. No entiendo por qué Obi Wan Kenobi va allí a esperar encontrar un conocimiento de lo más exclusivo cuando al final sabe que su amigo, el cocinero de la hamburguesería que está al lado del "Templo Jedi", conoce los secretos más incógnitos y oscuros de la galaxia... En fin... ¡PATÉTICO!

En éste caso ni la música de John Williams ni los efectos especiales pueden salvar, a ésta película en concreto, de ser merecedora de un círculo como una casa de grande en el baremo de calificación de "La Nueva España", lo que la convierte en "Mala".



Cartel de "La Venganza de los Sith"


Bueeeno, pues llegamos por fin a analizar "La Venganza de los Sith", la tercera parte de las precuelas de Star Wars. Es, sin duda, mejor que las otras dos películas comentadas anteriormente pero, lamentablemente, eso tampoco la convierte en "buena" película. Es también el mejor ejemplo de que a George Lucas le hubiera bastado y sobrado produciendo, guionizando y dirigiendo sólo una película para contarnos la caída al lado oscuro de Anakin Skywalker, pero claro, para terminar de ensuciar su obra de arte, y de paso llevarse al bolsillo algunos millones de dólares de más, tenía que hacer una trilogía para contarnos lo que podría haber sucedido fácilmente en una entrega.

Vemos por fin lo que deberíamos haber visto desde un principio, a un Anakin Skywalker protagonista siendo aprendiz de Obi Wan Kenobi (todo lo demás y anterior sobra). La película comienza con un espectacular rescate del senador Sheev Palpatine por parte de los dos jedis en el que sólo hay que lamentar que los antagonistas siguen sin funcionar y en el que no hay motivos narrativos de peso para que Palpatine sea secuestrado... Pero bueno, al menos lo trepidante de las escenas de acción hace que éstas no resulten aburridas ni tediosas, como llegaba a ocurrir en "El Ataque de los Clones".

Se nos muestra acertadamente cómo hay una relación de estrecha cercanía entre Palpatine y Anakin, que debería dar como resultado la caída en el lado oscuro del segundo, sin embargo, cuando ésta caída se hace patente resulta de lo más forzada e incomprensible, puesto que vemos a un Anakin Skywalker mostrándose excesivamente piadoso ante el malvado monstruo Sith que durante la mayor parte de su vida los jedi le deberían haber enseñado a combatir, tanto externamente (mediante la disciplina en el combate con sable de luz) como internamente (o mentalmente gracias a sus poderes de la Fuerza).



Fotograma de "La Venganza de los Sith"



Fotograma de "La Venganza de los Sith"


Por lo tanto el primer error de la película, y es un error de lo más importante, es el que la caída al lado oscuro de Anakin Skywalker no resulta en absoluto creíble.

El segundo error es todo lo que rodea a la llamada "orden 66" por la que el ejército de clones debe asesinar y destruir a todos los Jedi. Primero porque no resulta sorprendente para el espectador en absoluto, es de lo más previsible y, por lo tanto, aburrido. Y segundo porque se nos muestra demasiado, demasiadas escenas innecesarias de jedis siendo atacados y muriendo a manos de los clones. Si la película hubiera tenido una buena dirección (y/o un buen guión) la "orden 66" podría haber sido no sólo mucho más sorprendente sino también más "elegante" y "artística".

Éste ejemplo de la "orden 66" sirve para explicar cómo, muchas veces, en el cine es mejor "contar" que "mostrar"; que algunas cosas sucedan "fuera de cámara" o mediante el uso de elipsis. Por ejemplo, cuando Obi Wan Kenobi le habla a Luke Skywalker, en "Una Nueva Esperanza", de su camaradería con Anakin durante las "Guerras Clon" y del período de paz y justicia anteriores al Imperio uno se imagina todo un mundo de aventuras, emoción, de gran idealismo político y de progreso social. Queda muy bien... Pero al intentar mostrarnos ése período histórico de la galaxia con todo lujo de detalles (y de innecesarios efectos especiales de paso) George Lucas peca de demasiado explícito, morboso y efectista.



Fotograma de "La Venganza de los Sith"



Fotograma de "La Venganza de los Sith"


Uno de los ejemplos que explican que la trilogía clásica marcó una época del cine y a varias generaciones de fans de la saga, mientras que las precuelas no, lo es el que todos los aficionados a éstas películas podemos recordar los diferentes tipos de transportes, espaciales o planetarios, que existían en la trilogía fundacional: desde los "ala X" a los "caza TIE", desde el carguero corelliano "Halcón Milenario" a los "Destructores imperiales", desde los "speeders rebeldes" a los "AT-AT" del Imperio. ¿Alguien puede recordar, o simplemente citar, alguno de los transportes o naves espaciales que se muestran en las precuelas? ¿Las llamadas "vainas", tal vez? ¿Alguna más? No... La excepción que confirma ésta regla...

Para terminar de criticar "La Venganza de los Sith" debo señalar el tercer y último, pero también importantísimo, error de la película. El duelo final entre Obi Wan Kenobi y Anakin Skywalker (recién renombrado como Darth Vader) resulta poco importante narrativamente hablando para lo que debería ser. Se vuelve a abusar innecesariamente de los efectos especiales y eso destruye en gran parte la narración y el peso de éste duelo en la historia general de la saga. El interés morboso y estúpido de George Lucas por "mostrar" más que "contar" vuelve a estropear una escena clave de sus películas.



Fotograma de "La Venganza de los Sith"


Por todo lo comentado anteriormente acerca de "La Venganza de los Sith" ésta película merece, a mi parecer, dos estrellas, lo que la convierte en "Interesante" según el barómetro de calificación de películas de "La Nueva España".

Voy a criticar sucintamente ahora la trilogía fundacional, tratando de recordar las películas clásicas y no el producto de añadidos varios de George Lucas, o las más recientemente modificadas por Disney, tras haber vendido a ésta compañía los derechos sobre "Star Wars" por una desorbitada cifra de dólares llena de interminables "ceros".

Como ya traté en mi artículo sobre Dune, el mundo de "Star Wars" es en gran medida una copia del mundo que Frank Herbert creó para la literatura de ciencia-ficción en 1965. Pero la dificultad que suponía llevar ésta historia al mundo audiovisual en los años 70 impedían crear una película sobre la misma. Sin embargo, y a pesar de todo, el joven creador de cine experimental George Lucas estrenó en 1977 una película llamada "Star Wars" y que aquí en España recibió el título de "La Guerra de las Galaxias".



Cartel de "El Imperio Contraataca"


La realización de ésta película estuvo llena de problemas y contratiempos. El primero fue que no existía una tecnología, empresa ni industria que fuera capaz de generar los efectos especiales que la película requería, para lo que Lucas creó una empresa propia dedicada a solucionar éstos problemas llamada "Lucasfilm". El segundo fue su ajustado presupuesto: dos millones de dólares. Uno de esos millones se gastó creando unos decorados en el desierto de Túnez, donde se rodó gran parte de la película, y una tormenta de arena los destruyó completamente... Teniendo en cuenta que el resto de la película fue creada solo con un millón de dólares se puede decir que no está nada mal para el resultado obtenido...

Era una película trepidante, entretenida, llena de emoción, aventura, idealismo y al mismo tiempo espectacular, impresionante y con importantes dosis de misterioso misticismo. Fue un éxito en todos los sentidos, un éxito que nadie se esperaba, puesto que Lucas no esperaba que funcionara y ni siquiera asistió al estreno.

Lucas trató de repetir éste éxito produciendo unos años más tarde (1980) la segunda parte: "El Imperio Contraataca". En éste caso tuvo el acierto de dejar la dirección de la película a su maestro Irvin Kershner. Aquí fue donde se decidió darle a Darth Vader mayor importancia, aquí fue donde se creó uno de los mejores antagonistas de la historia del cine y una de las frases que todos hemos oído: "... No... Yo soy tu padre..."



Cartel de "El Retorno del Jedi"


Había comenzado algo más que el éxito de una saga cinematográfica, había comenzado la creación de todo un mundo fantástico y maravilloso con sus propios problemas políticos, con su religión, con sus héroes y sus aventuras...

Al igual que una historia se compone de una presentación, un nudo y un desenlace, "Star Wars" ya tenía su presentación y su nudo, pero necesitaba de un desenlace que finalmente se estrenó en 1983 y se llamó "El Retorno del Jedi". La historia quedó magníficamente cerrada gracias a la dirección de Richard Marquand.

Hasta aquí llega la historia de una obra de arte, todo lo que sigue forma parte del esperpento y del puro producto comercial de masas. George Lucas fue un fenómeno innovando y arriesgando en cine, pero ha demostrado que cuando se mueve en el terreno de lo conocido y del negocio "seguro" se muestra como un creador de basura, basura muy rentable económicamente, pero basura artística al fin y al cabo.

Y éste último diciembre de 2015 he tenido la suerte de poder ver en el cine la continuación de la saga llamada "El Despertar de la Fuerza", producida por Disney y cuyo proyecto afortunadamente ya está fuera de las manos de su creador, George Lucas.



Cartel de "El Despertar de la Fuerza"


"El Despertar de la Fuerza" me ha dejado una sensación agridulce y contradictoria. Me parece "buena" película pero creo que tiene errores de narración y de montaje. Tiene momentos buenísimos y otros de lo más mediocre. No está mal para ser una continuación, pero esperaba más. El personaje de "Finn" disfruta de demasiados minutos para el peso narrativo que realmente tiene mientras que hubiera estado mejor que el personaje de "Poe Dameron" hubiera tenido más minutos y desarrollo narrativo.

Me ha gustado mucho que por fin se le dé protagonismo en la saga a una figura femenina, pues la protagonista es el personaje de "Rey", una chica fuerte, independiente, lista y valiente. Y los antagonistas funcionan, especialmente el personaje de "Kylo Ren"...

Me gustó, pero esperaba más... Aunque realmente es una continuación parece ser que su director, J.J. Abrams, la concibió como el inicio de una saga diferente... Sea como sea espero que en la siguiente entrega se esmeren más y poder decir que por fin se ha vuelto a crear arte con el mundo de "Star Wars".