¿Quién está más loco, el loco o el loco que sigue al loco?
Obi Wan Kenobi (Sir Alec Guinness) en "Star Wars: Una Nueva Esperanza" (1977).
No sabía muy bien cómo abordar la crítica de ésta película pero tras leer la crítica de "Star Wars: Los Últimos Jedi" según la revista número 7 de SFX, firmada por un tal Marcos Muñoz, con la que coincido bastante, ya tengo algo donde agarrarme para comentar mis impresiones sobre la película en cuestión.
Para empezar creo importante decir que mi novia y yo somos los únicos aficionados a Star Wars que conozco personalmente a los que ésta última octava parte nos ha gustado. No conozco a ninguna otra persona, previamente aficionada a ésta saga, a la que le haya gustado ésta última película sobre la misma. Es verdad que sé que a grandes aficionados de Star Wars les ha encantado, como puede ser el caso del famoso cocinero Alberto Chicote, pero no tengo el gusto de conocerle ni a él ni a ningún otro aficionado (que no sea mi novia) al que le haya gustado ésta película como a mí.
Antes de defender o argumentar toda crítica sobre la película quiero dejar bien claro que no estoy de acuerdo en absoluto con la manera en la que Disney ha retomado la saga, pues, suponiéndose que se trata de una continuación, no continúa la saga, Disney no ha querido hacer una continuación, ha reiniciado la saga, ha hecho un "reboot"... ¿El Imperio ha desaparecido pero aparece la Primera Orden? ¿Cuál es el origen de ésta organización? ¿Se supone que la Primera Orden aparece del desaparecido Imperio? ¿No se supone que el Imperio se ha acabado, no se supone que de seguir existiendo algo del Imperio a esto se le conoce como el "Remanente imperial"? ¿Qué papel juega el universo expandido y lo que él nos dice sobre la auténtica continuación de la saga? ¿Por qué la Nueva República ha durado tan poco cuando la galaxia acaba de salir de una durísima y larga guerra civil? ¿Quién, qué organización o mecenas iba a tener el suficiente dinero, capacidad y recursos como para levantarse en armas de nuevo contra el orden impuesto tras semejante guerra, que debería haber dejado agotada a la galaxia y a cualquiera de sus fortunas? No, no me resulta creíble éste reinicio, no me resulta creíble ésta continuación... Hay demasiados cabos sueltos, demasiada literatura y cómics que ya nos han relatado cómo continuaba la saga de Star Wars tras la destrucción de la Segunda Estrella de la Muerte y la propia muerte del Emperador Palpatine contada durante el "Retorno del Jedi"...
Por esto mismo tengo que decir que NO Disney, todo lo que tengáis que contarnos sobre la continuación de la saga de la Guerra de las Galaxias no será creíble si no se ajusta medianamente al universo expandido...
Dejando ésta opinión bien clara quiero decir que no todo lo que Disney ha hecho en éste reboot o reinicio es malo... Ya comenté al final de un anterior artículo sobre Star Wars que:
Me ha gustado mucho que por fin se le dé protagonismo en la saga a una figura femenina, pues la protagonista es el personaje de "Rey", una chica fuerte, independiente, lista y valiente. Y los antagonistas funcionan, especialmente el personaje de "Kylo Ren"...
Aunque también comento que:
"El Despertar de la Fuerza" me ha dejado una sensación agridulce y contradictoria. Me parece "buena" película pero creo que tiene errores de narración y de montaje. Tiene momentos buenísimos y otros de lo más mediocre. No está mal para ser una continuación, pero esperaba más. El personaje de "Finn" disfruta de demasiados minutos para el peso narrativo que realmente tiene mientras que hubiera estado mejor que el personaje de "Poe Dameron" hubiera tenido más minutos y desarrollo narrativo.
Es decir, mejorar lo visto en "El Despertar de la Fuerza", desde mi punto de vita, era relativamente sencillo, y vaya que si lo ha mejorado, hemos pasado de la película más mediocre de la saga a un gran homenaje y a una auténtica continuación, al menos en lo que a los Jedi se refiere...
En la crítica a la que antes me referí de la revista SFX, Marcos Muñoz dice:
No me gustó. Mejor dicho, no sabía si me gustó, lo cual resultaba aún más desconcertante. Tras ver por primera vez "Los últimos Jedi", puedo decir que era consciente de haber visto una película épica llena de errores. (...) que no funcionaba como película, sino como descripción de una película.
Hasta que la volví a ver. (...)
Esta tercera trilogía de "La Guerra de las Galaxias" nos está llevando donde ningún jedi ha llegado jamás, (...) hay una clara intención de pisar nuevos territorios. Y, por mucho que a algunos les duela, de decir adiós al pasado.
Sí, ahora puedo decir que "Los últimos Jedi" es una buena película. Incluso es una gran película. El desarrollo de Luke es estupendo y fiel al granjero de humedad de Tatooine al que mintió Obi-Wan; el desarrollo de Leia es sorprendente aunque igualmente fiel a la hija de Darth Vader (además, si la Fuerza busca el equilibrio, Luke se ha cerrado a ella y era el Skywalker que equilibraba a Snoke...); Holdo y Rose son un hallazgo para la saga, y Poe, Finn y Rey progresan con mayor o menor acierto.
No es, sin embargo, una obra maestra, ni siquiera dentro de las nueve, pronto ya 10, películas que lleva la saga. Y no lo es porque no todas las ideas están ejecutadas con la misma convicción ni, (...) con el mismo dominio de la cinematografía. Queda la sensación de que hay escenas que no pertenecen a esta película (la harrypoteresca huida de Canto Bight), que se desaprovechan personajes con mucho potencial (Snoke, Phasma, y en cierta medida la propia Holdo), y que hay secuencias resultonas que, bajo el mínimo análisis, no están bien rodadas (volved a fijaros en el arranque de la pelea contra los guardias de Snoke cuando tengáis ocasión). (...)
Aunque ahora tengamos una dosis constante de películas de "Star Wars", creo que vale la pena recuperar aquella sensación de rareza que producía la trilogía original y tratar cada película como un bien preciado. Mimarlas.
Sí: me gusta "Los últimos Jedi". Me gusta el valor que ha tenido Johnson (y cada una de las secuencias de Mark "Troll" Hamill), y aplaudo la libertad que ha conquistado. De todas maneras puede mejorar.
No solo suscribo todas y cada una de éstas reflexiones de Marcos Muñoz, voy a añadir a éstas reflexiones algunas propias. Si, Marcos Muñoz, la película tiene errores, pero éstos no se merecen que mis amigos la releguen a la categoría de basura cinematográfica que ellos pretenden haber visto.
Al igual que a Marcos Muñoz me gustó que Rian Johnson tuviera la libertad creativa y la valentía para cambiar lo que se nos había dejado entender en "El Despertar de la Fuerza" de J.J. Abrams. En el final de ésta película anterior Abrams quiere entrever que Luke Skywalker conoce a Rey o, al menos, sabe quién es, y no solo eso sino que al devolverle a Rey el sable de luz de Anakin Skywalker (que una vez le perteneció) la reconoce como una persona con poderes de la Fuerza y la acepta como aprendiz...
Todo esto cambia al comenzar "Los Últimos Jedi" de Johnson puesto que, al contrario de lo que habíamos visto en la película anterior, Skywalker, al coger el sable de luz que le había pertenecido, lo tira despreciando el regalo de Rey y no solo eso, además se desentiende de ella, no la conoce y no le interesa que le esté buscando. Me parece un acertado giro respecto a lo visto en "El Despertar de la Fuerza", puesto que, como el propio Luke Skywalker explica se ha exiliado a uno de los rincones más difíciles de encontrar de la galaxia por una razón: no ser encontrado. Llega a explicar que no solo no le interesa seguir entrenando a nuevos Jedi sino que espera terminar con los Jedi y todo su legado muriéndose al fin en ése retiro buscado por aquel que es en efecto el "último de los Jedi".
En contradicción con sus propias palabras Luke Skywalker se ha exiliado en el planeta sagrado de Ahch-to por otra razón, allí se encuentran custodiados los últimos textos de los Jedi, por lo tanto el último de los Jedi espera la muerte custodiando las últimas gotas de sabiduría de su religión. ¿Dónde podía ir a morir si no? Una "reliquia" de tiempos pasados, como él se siente, ha ido a desvanecerse junto a otras reliquias similares a él mismo.
Todo encaja y es plausible, me parece coherente y creíble, algo que ya de por sí mejora con mucho todo lo visto en la película anterior. Skywalker ha "tirado la toalla" como maestro de Jedi tras su intento fallido de enseñarle a nuevos aprendices los caminos de la Fuerza y espera no tener que volver a intentarlo jamás. Pero ha llegado a su buscado retiro una joven chica de lo más pesada que insiste en que la Resistencia necesita su ayuda y que si al menos no quiere ayudar a la Resistencia podría ayudarla a ella enseñándole a ser Jedi.
A Rey le cuesta un auténtico triunfo que Luke acepte entrenarla a regañadientes pero, además, Skywalker le advierte también que le mostrará el por qué los Jedi deben extinguirse para siempre...
Obviamente esto no es todo lo que ocurre en la película ni éstos personajes monopolizan la narración de la misma (aunque sí que es con mucho lo mejor de ella) porque ¿qué sería de una película de Star Wars sin los combates entre naves estelares? ¿qué sería de Star Wars sin el Halcón Milenario y sin malvados pseudofascistas enzarzados en una continua guerra galáctica contra un persistente pero escaso grupo de "rebeldes"? No, las peripecias de Rey y Luke Skywalker en el planeta sagrado de Ahch-to no son lo único que ocurre...
Volvemos a ver a Poe Dameron en su ¿mejor? o ¿peor? versión de "piloto de gatillo fácil", que ésta vez tiene los minutos que su personaje necesita, y que logra completar una peligrosa misión contraviniendo las órdenes de sus superiores (Leia Organa) y condenando, de paso también, a la mayor parte de sus amigos y compañeros pilotos, que pierden la vida durante la misma. Leia Organa no podía cruzarse de brazos y degrada (justamente) a Dameron de Comandante a Capitán.
Estoy convencido de que todo aquel aficionado a Star Wars al que no le haya gustado la película se ha perdido matices de lo que estoy hablando, no ha sabido leer entre líneas... Me explico: Poe Dameron es el mejor piloto de combate de la galaxia... hasta ahí bien ¿no? pues no... Poe Dameron es el mejor piloto de la galaxia pero no hace ni lo mejor para sí mismo ni para los suyos. Creyéndose muy importante e imprescindible desoye las órdenes y pierde recursos y vidas insustituibles. Luke Skywalker es el mejor Jedi de la galaxia ¿no? (entre otras cosas por ser hijo de Anakin Skywalker... eso es otra historia, pero también por ser el último) Pues no... Creyéndose muy importante e imprescindible no sólo está desperdiciando sus poderes y su influencia, sino que, como más tarde Rey descubrirá, ha sido el culpable de la caída de la orden con la que desea terminar y de la caída de Ben Solo / Kylo Ren en el lado oscuro, además de haberse cerrado a la Fuerza, ninguneando y desperdiciando el mejor de sus dones y capacidades.
Eso es lo que convierte una película mediocre en algo mucho mejor, las personas humanas reales estamos llenas de contradicciones y matices, cuando poseemos un don y somos reconocidos por él, es fácil dejarse llevar por la indolencia y la adulación, muy fácil caer en los errores de nuestra propia presunción y no es nada sencillo pararse, respirar profundamente, y pensar que a pesar de nuestras óptimas capacidades lo verdaderamente correcto es admitir nuestro error, dejar de obcecarnos con ideas que sólo nos parecen correctas a nosotros mismos o a aquellos que nos adoran y adulan (toma nota George Lucas) y aceptar otras opciones y puntos de vista.
Ni Poe Dameron ni Luke Skywalker hacen lo correcto, incluso cuando creen estar haciéndolo, pero Johnson, inteligentemente, no presupone como Abrams que los héroes deben hacer siempre lo correcto y que es lo que siempre hacen, que no se equivocan y que cuando es así todo acaba por salir bien a pesar de los pesares... No... son personas y a pesar de sus dones y capacidades cometen errores, la única diferencia con respecto a otra persona es que en la posición en la que ellos se encuentran sus errores afectan a billones o miles de trillones de seres vivos de toda la Galaxia.
Al final es cierto que todo consigue encauzarse, pero es gracias a cuatro mujeres (Rey, Leia Organa, la Vicealmirante Holdo y Rose) que los héroes consiguen replantearse sus posturas y canalizar sus habilidades haciendo lo correcto, pero he ahí el dilema ¿quién es más héroe, el héroe o aquel que consigue convencer al héroe? En ésta ocasión Rian Johnson deja a las mujeres en una posición que es vergonzosamente realista, puesto que en nuestra cultura contemporánea, lastrada por estúpidos complejos y actitudes machistas olvidamos que si un hombre llega a donde llega es (la mayor parte de las veces) gracias a una o varias mujeres. La mujer lleva miles de años siendo ninguneada y apartada de todo aquello que tiene que ver con la valentía, la gallardía, el honor, la heroicidad... La mujer ha aprendido a ser otra clase de heroína, otra clase de inspiración para "lo correcto", dejando que otros (casi en todas las ocasiones hombres) sean los héroes, los alabados, los recordados, los cantados y los glorificados... pero en las alabanzas, en las canciones, en los recuerdos, en la gloria, suele olvidarse que fue una mujer quien permitió o quien hizo posible que tal o cual aspecto de la historia se colocase de forma óptima para que existiera ésa alabanza, ésa canción, ése recuerdo, ésa gloria...
He aquí como, finalmente, la mujer está recuperando la dignidad, la gloria y la igualdad que siempre ha merecido, al menos ya en Star Wars, y en películas como ésta, podemos ser testigos de cómo las mujeres son las auténticas heroínas de la historia... si... sigue habiendo héroes masculinos fantásticos y maravillosos... pero necesitan ayuda para no tropezar con sus propias vanidades y para salir del error envenenado de su testosterona... Necesitan mirar las cosas con una nueva perspectiva a la que por fin le prestamos la atención debida, una perspectiva femenina...
El valor (al menos para mí) de ésta película no se queda en éstas cuestiones, pues, como aficionado a Star Wars he tenido que sufrir cómo el mensaje de la Fuerza y de la religión Jedi, legado en la trilogía clásica, fue ninguneado, caricaturizado, enterrado e insultado durante las conocidas precuelas de la saga. Todo lo hecho posteriormente sobre la saga, y que tuviera que ver con la Fuerza o los Jedi, estaba manchado con la caricatura que George Lucas nos plasmó en sus infames precuelas que desprecio profundamente... Todo salvo dos películas: "Rogue One: Una Historia de Star Wars" y ésta "Star Wars VIII: Los Últimos Jedi".
En la trilogía clásica, y durante los más de veinte años que existieron hasta la llegada de las precuelas, la Fuerza había sido un campo místico que tenía sus reglas pero que al mismo tiempo era capaz de romperlas por su mismo carácter de misterio religioso... Cualquier persona, cualquier ser inteligente de la Galaxia, podía llegar a entrar en comunión con esa Fuerza, si se entrenaba lo suficiente, si estaba en su destino o si, simplemente, había nacido con un don... pero con las precuelas todo esto cambia... La Fuerza deja de ser un campo místico religioso para convertirse sólo en un superpoder otorgado por unos seres microscópicos (los midiclorianos) y que uno tiene o no, generalmente determinado por los genes. Es decir, que yo, si en el universo de Star Wars deseara poder ser Jedi solo me sería posible si tengo los bichos esos, llamados midiclorianos, en el cuerpo, si tengo el gen en mi cuerpo que activa los poderes Jedi... Se acabó el entrenamiento entonces, se acabaron las clases de filosofía y las horas de meditación... En el caso de tener los midiclorianos activados para los superpoderes Jedi todo eso sólo vale para que la ira no te invada contra los inútiles y gilipollas de tus profesores y no decidas matarlos a todos creando de paso una dictadura fascista en forma de Imperio...
¡Nooo! ¡Olvidaros de todo eso! ¡Rian Jhonson nos ha mostrado otra vez el camino! ¡En "Los Últimos Jedi" la Fuerza vuelve a ser lo que era en su comienzo! ¡Lo que nunca debió dejar de haber sido! ¡Una energía que mantiene unida la Galaxia! ¡Que la mantiene en equilibrio!
Como Luke Skywalker le muestra a Rey en sus breves lecciones, la Fuerza es la energía que mantiene unida la Galaxia, que forma parte de la vida y que al mismo tiempo la conforma. Que para dar vida también tiene que dar muerte, que para dar calor también tiene que dar frío... Olvidaros del lado oscuro y del lado luminoso, eso no existe, lo único que existe es ¡el equilibrio! y eso es lo que debe aprender todo aquel que se haga llamar Jedi, a estar en equilibrio, consigo mismo y con la Fuerza, consigo mismo y con el Universo... De lo contrario todo lo que conoce aquel que pretenda usar la Fuerza es la oscuridad, el nihilismo, la arrogancia, la ira, la muerte, el dolor... De lo contrario uno estará cegado por su propia sombra, la sombra de lo que es y nunca debería haber sido...
Me estoy alargando más de lo que me hubiera gustado y supongo que es porque no comprendo que una película que me ha gustado, y de cuya franquicia soy un auténtico fanático, haya causado entre los que se suponían mis colegas e iguales, en cuanto al frikismo "starwarsero" se trata, semejante ola de animadversión y repulsa. No lo comprendo. Lo único en lo que puedo pensar es en que no han visto la misma película que yo.
Obviamente esto no es todo lo que ocurre en la película ni éstos personajes monopolizan la narración de la misma (aunque sí que es con mucho lo mejor de ella) porque ¿qué sería de una película de Star Wars sin los combates entre naves estelares? ¿qué sería de Star Wars sin el Halcón Milenario y sin malvados pseudofascistas enzarzados en una continua guerra galáctica contra un persistente pero escaso grupo de "rebeldes"? No, las peripecias de Rey y Luke Skywalker en el planeta sagrado de Ahch-to no son lo único que ocurre...
Volvemos a ver a Poe Dameron en su ¿mejor? o ¿peor? versión de "piloto de gatillo fácil", que ésta vez tiene los minutos que su personaje necesita, y que logra completar una peligrosa misión contraviniendo las órdenes de sus superiores (Leia Organa) y condenando, de paso también, a la mayor parte de sus amigos y compañeros pilotos, que pierden la vida durante la misma. Leia Organa no podía cruzarse de brazos y degrada (justamente) a Dameron de Comandante a Capitán.
Estoy convencido de que todo aquel aficionado a Star Wars al que no le haya gustado la película se ha perdido matices de lo que estoy hablando, no ha sabido leer entre líneas... Me explico: Poe Dameron es el mejor piloto de combate de la galaxia... hasta ahí bien ¿no? pues no... Poe Dameron es el mejor piloto de la galaxia pero no hace ni lo mejor para sí mismo ni para los suyos. Creyéndose muy importante e imprescindible desoye las órdenes y pierde recursos y vidas insustituibles. Luke Skywalker es el mejor Jedi de la galaxia ¿no? (entre otras cosas por ser hijo de Anakin Skywalker... eso es otra historia, pero también por ser el último) Pues no... Creyéndose muy importante e imprescindible no sólo está desperdiciando sus poderes y su influencia, sino que, como más tarde Rey descubrirá, ha sido el culpable de la caída de la orden con la que desea terminar y de la caída de Ben Solo / Kylo Ren en el lado oscuro, además de haberse cerrado a la Fuerza, ninguneando y desperdiciando el mejor de sus dones y capacidades.
Eso es lo que convierte una película mediocre en algo mucho mejor, las personas humanas reales estamos llenas de contradicciones y matices, cuando poseemos un don y somos reconocidos por él, es fácil dejarse llevar por la indolencia y la adulación, muy fácil caer en los errores de nuestra propia presunción y no es nada sencillo pararse, respirar profundamente, y pensar que a pesar de nuestras óptimas capacidades lo verdaderamente correcto es admitir nuestro error, dejar de obcecarnos con ideas que sólo nos parecen correctas a nosotros mismos o a aquellos que nos adoran y adulan (toma nota George Lucas) y aceptar otras opciones y puntos de vista.
Ni Poe Dameron ni Luke Skywalker hacen lo correcto, incluso cuando creen estar haciéndolo, pero Johnson, inteligentemente, no presupone como Abrams que los héroes deben hacer siempre lo correcto y que es lo que siempre hacen, que no se equivocan y que cuando es así todo acaba por salir bien a pesar de los pesares... No... son personas y a pesar de sus dones y capacidades cometen errores, la única diferencia con respecto a otra persona es que en la posición en la que ellos se encuentran sus errores afectan a billones o miles de trillones de seres vivos de toda la Galaxia.
Al final es cierto que todo consigue encauzarse, pero es gracias a cuatro mujeres (Rey, Leia Organa, la Vicealmirante Holdo y Rose) que los héroes consiguen replantearse sus posturas y canalizar sus habilidades haciendo lo correcto, pero he ahí el dilema ¿quién es más héroe, el héroe o aquel que consigue convencer al héroe? En ésta ocasión Rian Johnson deja a las mujeres en una posición que es vergonzosamente realista, puesto que en nuestra cultura contemporánea, lastrada por estúpidos complejos y actitudes machistas olvidamos que si un hombre llega a donde llega es (la mayor parte de las veces) gracias a una o varias mujeres. La mujer lleva miles de años siendo ninguneada y apartada de todo aquello que tiene que ver con la valentía, la gallardía, el honor, la heroicidad... La mujer ha aprendido a ser otra clase de heroína, otra clase de inspiración para "lo correcto", dejando que otros (casi en todas las ocasiones hombres) sean los héroes, los alabados, los recordados, los cantados y los glorificados... pero en las alabanzas, en las canciones, en los recuerdos, en la gloria, suele olvidarse que fue una mujer quien permitió o quien hizo posible que tal o cual aspecto de la historia se colocase de forma óptima para que existiera ésa alabanza, ésa canción, ése recuerdo, ésa gloria...
He aquí como, finalmente, la mujer está recuperando la dignidad, la gloria y la igualdad que siempre ha merecido, al menos ya en Star Wars, y en películas como ésta, podemos ser testigos de cómo las mujeres son las auténticas heroínas de la historia... si... sigue habiendo héroes masculinos fantásticos y maravillosos... pero necesitan ayuda para no tropezar con sus propias vanidades y para salir del error envenenado de su testosterona... Necesitan mirar las cosas con una nueva perspectiva a la que por fin le prestamos la atención debida, una perspectiva femenina...
El valor (al menos para mí) de ésta película no se queda en éstas cuestiones, pues, como aficionado a Star Wars he tenido que sufrir cómo el mensaje de la Fuerza y de la religión Jedi, legado en la trilogía clásica, fue ninguneado, caricaturizado, enterrado e insultado durante las conocidas precuelas de la saga. Todo lo hecho posteriormente sobre la saga, y que tuviera que ver con la Fuerza o los Jedi, estaba manchado con la caricatura que George Lucas nos plasmó en sus infames precuelas que desprecio profundamente... Todo salvo dos películas: "Rogue One: Una Historia de Star Wars" y ésta "Star Wars VIII: Los Últimos Jedi".
En la trilogía clásica, y durante los más de veinte años que existieron hasta la llegada de las precuelas, la Fuerza había sido un campo místico que tenía sus reglas pero que al mismo tiempo era capaz de romperlas por su mismo carácter de misterio religioso... Cualquier persona, cualquier ser inteligente de la Galaxia, podía llegar a entrar en comunión con esa Fuerza, si se entrenaba lo suficiente, si estaba en su destino o si, simplemente, había nacido con un don... pero con las precuelas todo esto cambia... La Fuerza deja de ser un campo místico religioso para convertirse sólo en un superpoder otorgado por unos seres microscópicos (los midiclorianos) y que uno tiene o no, generalmente determinado por los genes. Es decir, que yo, si en el universo de Star Wars deseara poder ser Jedi solo me sería posible si tengo los bichos esos, llamados midiclorianos, en el cuerpo, si tengo el gen en mi cuerpo que activa los poderes Jedi... Se acabó el entrenamiento entonces, se acabaron las clases de filosofía y las horas de meditación... En el caso de tener los midiclorianos activados para los superpoderes Jedi todo eso sólo vale para que la ira no te invada contra los inútiles y gilipollas de tus profesores y no decidas matarlos a todos creando de paso una dictadura fascista en forma de Imperio...
¡Nooo! ¡Olvidaros de todo eso! ¡Rian Jhonson nos ha mostrado otra vez el camino! ¡En "Los Últimos Jedi" la Fuerza vuelve a ser lo que era en su comienzo! ¡Lo que nunca debió dejar de haber sido! ¡Una energía que mantiene unida la Galaxia! ¡Que la mantiene en equilibrio!
Como Luke Skywalker le muestra a Rey en sus breves lecciones, la Fuerza es la energía que mantiene unida la Galaxia, que forma parte de la vida y que al mismo tiempo la conforma. Que para dar vida también tiene que dar muerte, que para dar calor también tiene que dar frío... Olvidaros del lado oscuro y del lado luminoso, eso no existe, lo único que existe es ¡el equilibrio! y eso es lo que debe aprender todo aquel que se haga llamar Jedi, a estar en equilibrio, consigo mismo y con la Fuerza, consigo mismo y con el Universo... De lo contrario todo lo que conoce aquel que pretenda usar la Fuerza es la oscuridad, el nihilismo, la arrogancia, la ira, la muerte, el dolor... De lo contrario uno estará cegado por su propia sombra, la sombra de lo que es y nunca debería haber sido...
Me estoy alargando más de lo que me hubiera gustado y supongo que es porque no comprendo que una película que me ha gustado, y de cuya franquicia soy un auténtico fanático, haya causado entre los que se suponían mis colegas e iguales, en cuanto al frikismo "starwarsero" se trata, semejante ola de animadversión y repulsa. No lo comprendo. Lo único en lo que puedo pensar es en que no han visto la misma película que yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario