(ACEPTO TODO TIPO DE SUGERENCIAS, CORRECCIONES, CRÍTICAS Y COMENTARIOS PORQUE ESTOY BLOQUEADO CON ÉSTA HISTORIA)
NOTAS PREVIAS:
- Ésta idea surgió de un sueño que tuve tras haber visto la gala de Eurovisión el año siguiente a haberla ganado la canción "Euphoria" de Loreen.
- La historia transcurre en Thoeria, un país en un posible retrofuturo que antaño fue el mayor Imperio y país más glorioso de la ¿Tierra? (podría ambientarse en otro planeta...).
- Thoeria ahora no es ni una sombra de lo que antaño fue, sus antiguas colonias se han rebelado hasta alcanzar la independencia, amenazando ahora con invadir militarmente las fronteras de su antigua metrópolis, y la ventaja del país con respecto a otros territorios, el ser capaz de crear "constructos" (que son los únicos que defienden de forma férrea y sin problema las fronteras de Thoeria), es decir androides, parece haberse convertido ahora en su maldición puesto que los thoerios ya no mantienen relaciones sexuales con parejas humanas sino con sus "constructos-amantes" y por lo tanto los thoerios están en peligro de extinción.
- Además Thoeria ahora es un país desértico sin agua y donde ya no crece nada cuando antes fue un vergel... Todos los thoerios que han sobrevivido son los nobles protegidos en la corte por las riquezas con las que pueden comprar alimento y bebida, los plebeyos thoerios que siguen existiendo viven exiliados, los demás han muerto.
- Un día aparece en los templos aislados de la acrópolis una extraña mujer con aspecto y ropajes raros y extranjeros que rechaza todos los intentos de parlamentar y destruye a todos los soldados androides que la corte de Thoeria envía para negociar.
- Como último intento, Telgamar Omsut, el último maestro guerrero-sacerdote de Thoeria (una extraña mezcla entre monje shaolin, jedi y torero...) se corta la coleta renunciando a su sacerdocio (ya que luchar en la acrópolis, terreno sagrado, es un sacrilegio) y va al encuentro de la mujer que parece tener las mismas habilidades kung-fu/jedi del sacerdote, con el resultado de que la mujer mata en combate a Telgamar Omsut, con aparente poco esfuerzo.
CAPÍTULO I
El Juez subió lentamente la escalinata del templo de Mamdaura, donde los espías de la Legión XXIII "Pater Constructor" le habían dicho que se encontraba la mujer.
A la débil luz rojiza del ocaso observó las gigantescas columnas de mármol jaspeado y recordó los tiempos de Ipsunor "el Edilita", quien fue el que ordenó que éste templo se erigiera en honor a la Diosa de la Humildad.
Atravesó el triple peristilo hacia el interior del edificio con sigilo y cierto temor, aunque también lleno de curiosidad ansiosa por ver a la persona que no sólo había destruido a todos los constructos enviados a parlamentar con ella, si no que también había matado a Telgamar Omsut, el mejor sacerdote guerrero desde los tiempos de Haxt Salcis "el Plácido".
La guardia real lo rodeaba y seguía todos sus movimientos para protegerlo de cualquier amenaza pero el Juez sabía que no tenía posibilidad ninguna de sobrevivir si la mujer decidía matarlo.
Las enormes dimensiones de la edificación hicieron que al Juez el tiempo transcurrido le pareciera eterno desde que entró hasta que por fin consiguió verla, a lo lejos, en medio de la naos, a los pies de la gigantesca estatua sedente de Mamdaura. Era tan pequeña, tan delgada, parecía tan frágil... ¿dónde radicaba la fuerza de aquella criatura capaz de partirle por la mitad? El Juez vio a una mujer morena de pelo largo y negro como una noche sin luna, de rasgos exóticos, cuyos extraños ojos eran también completamente negros, vestía una gran túnica vaporosa de seda blanca estampada con negros motivos geométricos... su cuerpo se movía lentamente y de forma majestuosa, arrastrando la enorme túnica por el pulido suelo de mármol oscuro.